Por Yanireth Israde
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se conmemora este sábado, las disciplinas artísticas también alzan la voz.
Sucede, por ejemplo, con la danza, a partir de la cual se emprende una reflexión al respecto.
En este ámbito se normalizan los señalamientos al cuerpo, porque es el instrumento de trabajo de las y los bailarines, pero, sin el debido cuidado, estas expresiones pueden resultar dañinas, ejemplifica en entrevista Ana Luisa Plascencia, quien forma parte de la organización del Coloquio Danza Libre de Violencia, que tiene lugar hoy en la Universidad Iberoamericana.
Violencia física y mental
"La mayoría de los bailarines se ven expuestos a esta normalización que consiste en hablar del cuerpo o hablar de las personas, sin darse cuenta de que, si no se hace de una manera clara, adecuada, puede perjudicar de manera psicológica a las personas", añade.
Tales repercusiones están documentadas en el estudio "La violencia en la danza", presentado el año pasado por el Consejo Nacional de Danza México a través de la Comisión de Danza Libre de Violencia, convocante al coloquio junto con la Red de Investigadores de Danza.
"Todo el tiempo se nos somete a estrés, diciéndonos que nunca somos lo suficientemente buenos, delgados o talentosos como para lograr ciertas cosas, y la salud mental de quienes practican danza muchas veces se ve muy perjudicada por esta situación.
"Si a esto le sumamos la escasez de prestaciones en el sector de la danza, la falta de contratos dignos, de prestaciones con acceso a la vivienda, a la seguridad social, a un seguro de desempleo, pues estamos sumando otros tipos de violencias", subraya Plascencia.
Violencia, constante generalizada
A raíz de la problemática que expusieron integrantes de la Academia de la Danza Mexicana (ADM) del INBAL en 2021, quedó claro que la violencia en las escuelas que imparten esta disciplina, y la ejercida posteriormente, en espacios laborales, era una constante generalizada, refiere.
Ese año, por ejemplo, estudiantes de la ADM convocaron a un paro de actividades tras múltiples denuncias, la mayoría por acoso y abuso sexual, pero también por abusos de autoridad, chantajes emocionales, gritos, burlas y poco cuidado a las lesiones de las y los estudiantes.
Un año después, en 2022, mediante el Consejo Nacional de Danza México, se formó la Comisión de Danza Libre de Violencia, una de cuyas primeras acciones fue crear el referido estudio en el que participaron 326 personas.
"Vimos que los índices de violencia eran muy altos a nivel sobre todo psicológico, pero también físico, y a nivel institucional y a nivel económico también estábamos sufriendo de violencia.
"Entonces, la segunda acción que decidimos fue este coloquio, en el marco del Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer", expone Plascencia, también presidenta de Psicoballet Estado de México.
Comentarios ofensivos o discriminatorios
El estudio reveló problemas que afectaban a la mayoría de las personas consultadas, como los comentarios ofensivos o discriminatorios en relación con su apariencia. El 71 por ciento dijo haber sido víctima de este tipo de violencia.
También fue alto (59 por ciento) el número de quienes dijeron haber padecido comentarios, chistes o bromas de contenido sexual desagradables y ofensivos.
Un 37 por ciento respondió haber enfrentado contactos físicos no deseados, lo mismo que acercamientos, tocamientos o caricias innecesarias con carácter deliberado.
"También es una cifra muy alta", lamenta Plascencia.
En otros casos, detalla, a las bailarinas les han impedido tener un puesto de trabajo porque son mujeres, o, por el hecho de serlo, sus comentarios no han sido tomados en cuenta.
Denuncias contra profesores
"También hubo quienes indicaron que los profesores les pidieron hacer ciertas cosas para poder obtener algún puesto o alguna posición en alguna obra, o a quienes les han enviado mensajes para invitarles a salir", añade.
El estudio tenía preguntas abiertas para quienes optaran por proporcionar testimonios y, los que hubo, refirieron violencia psicológica que obligaron a las víctimas a tratarse en terapia. Pocos denunciaron, porque la mayoría desconoce los procedimientos para hacerlo, explica Plascencia.
La mayoría de las personas que respondieron la encuesta tenían entre 20 y 30 años, seguidas por las de 31 a 40 y se trató, sobre todo, de mujeres (82 por ciento). El resto fueron varones (15 porcentual) y personas no binarias o que no indicaron su género.
"Estamos hablando de estudiantes de danza que están por terminar. Y hay otra generación importante de quienes ya son profesionales de la danza y están ejerciendo en los diversos ámbitos en los que se puede ejercer, pero que durante su formación o actualmente en sus empleos han sido víctimas de violencia", puntualiza Plascencia.
Resultados de la encuesta
Los resultados de la encuesta pueden consultarse en la cuenta de Facebook del Consejo Nacional de Danza México, donde también las personas interesadas pueden registrarse para asistir al coloquio, actividad gratuita que sólo requiere inscribirse en https://forms.gle/BZDXciRUvVSNrQYL7. Se entregará constancia de participación.
Además de visibilizar la violencia en la danza, el coloquio apunta a que las propuestas e ideas presentadas puedan ser llevadas a una política pública y a la definición de un protocolo para que las víctimas sepan cómo actuar a escala nacional.
