“Por el amor de Dios”, el obispo emérito de la Diócesis de Tehuantepec, Arturo Lona Reyes demandó una tregua al gobierno y a la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), para detener la violencia y poder abrir una mesa de diálogo.
“Ya no más violencia, por favor ¿O qué no vale nada la vida del prójimo?”, reclamó.
El religioso sostuvo que los dos bandos deben dejar de usar la fuerza porque generará más violencia y apostar por sentarse a platicar para acabar con el sufrimiento de muchos.
Subrayó que Jesús pidió ámense los unos a los otros, “más no ármense los unos contra los otros” para agredirse y matarse.
“Todos debemos tomar conciencia que somos hermanos e hijos de Dios”, remarcó.
Desafortunadamente –anotó–, el gobierno y la Sección 22 del SNTE han asumido posiciones irreductibles.
“Lo advertí a tiempo de la necesidad del diálogo porque todos sabíamos que esto iba a tronar, sin embargo el orgullo y la necedad han imperado”, remarcó.
De esta manera, requirió a las dos partes decretar una tregua para poder tener un diálogo, pero “un diálogo sincero y con la intención de lograr una solución y no nada más componendas”.
Lona Reyes destacó que la espiral de violencia deteriorará aún más la situación política y social en la entidad porque “se debe reconocer, el apoyo de varios padres de familia y del pueblo” a la Sección 22 del SNTE.
“Lamentablemente, se ha manchado con la aparición de vándalos que andan robando, saqueando e incendiado por todos lados”, terminó.
