El Partido Morena tiene un enorme reto: trascender en 2018 y consolidar su presencia estatal, más allá de que Andrés Manuel López Obrador se convierta en el próximo presidente de México.
Lo peor que le puede pasar al partido es que se convierta en un PRD, donde los grupos, intereses personales o tribales, y la corrupción terminaron con él, afirma el experredista y ahora militante de Morena, Rosendo Serrano Toledo.
Conoce al monstruo, vivió en sus entrañas. Con esa experiencia subraya que constituirse en la principal fuerza opositora en la entidad conlleva dos responsabilidades: primero, conservar, organizar y potencializar esta fuerza política.
“No debemos administrar fuerzas para fortalecer liderazgos, debemos organizarlas para que en 2018 Morena gane con López Obrador la presidencia de la república.
“No hay que ver cargo, hay que ver al partido; reorganizarlo, reestructurar donde falló. Es necesario un proceso de unidad y coordinación, porque hay muchas personas que se siguen afiliando a Morena, cuando ya pasó el 5 de junio”.
Segundo -añade-, la parte fundamental del 2018 es López Obrador, no la ambiciónde quienes quieran ser candidatos al Senado o la Cámara de Diputados desde ahora.
Poner el hombro
“Yo en lo particular digo: primero la candidatura de Andrés a una aspiración propia. Prefiero poner el hombro a andar tras una designación, porque creo firmemente que llegando López Obrador a la presidencia de la república van a cambiar las cosas en el país, y no por arte de magia, sino porque el único que tiene un proyecto de Nación perfectamente definido es él”.
Serrano Toledo advierte: si asumimos la actitud de los perredistas, Morena pierde.
“Yo conozco a los amigos del PRD, yo estuve ahí, y ahora sólo son un satélite del PAN, porque en los estados que ganaron ellos fueron los paleros y los panistas se encumbraron. Entonces se van a ir reduciendo bajo la premisa de 'pocos, pero nosotros'. Mientras puedan medrar con algo seguirán ahí, ya sin ninguna bandera política”.
Añade que muchos de ellos entienden que están siendo utilizados, "pero saben que ya no tienen vida política ahí donde están y yo les digo: nunca es tarde para rectificar".
El ex diputado federal prende las alertas: “No hay que cometer los peores errores del PRD, convertir al partido en un collage de tribus y sectarismos, eso sería la perdición. Hay que demostrar inteligencia política para seguir organizando a la gente y encauzando todo en el 2018”.
