La millonaria inversión para la construcción de la presa Paso Ancho no garantiza el abasto de agua potable a la población de la ciudad de Oaxaca y municipios conurbados; además, es una obra cara, inestable en su fuente y con un periodo de vida muy corto, afirmó el presidente del Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de Oaxaca (INSO), Juan José Consejo Dueñas.
Sobre todo, dijo, carece de sentido traer más agua a la capital del estado, cuando según los índices de los Servicios de Administración de Agua Potable y Alcantarillado (SAPAO) se pierde el 40 por ciento en fugas y tomas clandestinas y se estima que 30% más, se pierde en los hogares.
El especialista afirmó que existe un problema real con el déficit de agua potable, estimó que el abasto se sitúa entre los 200 y 500 litros por segundo, cuando el ideal contar con 1 mil 500 litros por segundo. En 2016 el volumen de lluvias descendió drásticamente en comparación con años anteriores y esto agravará la sequía del próximo año, que se da particularmente los meses de febrero a abril.
El desabasto se presenta ya. Hay cada vez menos agua lo que se agudiza por el cambio climático y la próxima sequía hará más grande el desabasto
En 2012 el gobierno de Oaxaca inició con la construcción de la presa Paso Ancho que tiene el objetivo de garantizar por 50 años el abasto de agua potable a 22 municipios conurbados de la región Valles Centrales. A través de un ducto de cerca de 100 kilómetros se pretende traer el vital líquido. Esto, con una inversión de 2 mil 500 millones de pesos.
De acuerdo con el Banco Mundial, el estado de Oaxaca tiene la tercera cobertura más baja de agua potable (79 por ciento) después de Chiapas y Guerrero, y la más baja cobertura de saneamiento (71 por ciento) en el país, lo que contrasta con la alta disponibilidad de recursos hídricos con los que cuenta Oaxaca, al ser el estado con la quinta mayor reserva de agua subterránea del país.
Campaña mediática
Para Juan José Consejo, la presa no solucionará el problema. Pero sobre todo, se hizo con “trampas” al adjudicar la obra de manera separada, con estudios de impactos ambientales de manera deficiente y con campaña mediática alarmista sobre la disponibilidad de agua potable.
“No existe siquiera el proyecto ejecutivo sobre la obra más importante, que es la construcción de la cortina. No se ha determinado el sitio exacto dónde estará la cortina debido a cuestiones sísmicas de la zona”.
El presidente del INSO calculó el periodo de vida de la obra entre 15 o 20 años por debajo de los 50 años proyectados el gobierno de Oaxaca; "se mintió y manipuló sobre la cantidad de agua que se requiere (1 mil 500 litros por segundo) y la que supuestamente se dispone (120 litros por segundo); la presa estaría a 100 kilómetros de la ciudad y es una obra que costará 50 o 60 por ciento más de lo que se presupuestó", consideró.
“Este tipo de obras son inversiones para los contratistas, en que las personas mejor pagadas no son de Oaxaca, no se genera riqueza local y que el dinero se lo llevan las compañías contratistas”.
En particular la presa Paso Ancho, agregó, será una fuente inestable de agua potable a causa del cambio climático, tendrá problemas de azolve y generará problemas sociales; por ejemplo, se carece de seguridad en la tenencia de la tierra y en el cambio de uso de suelo, debido a que el ducto pasará por diversos municipios.
Juan José Consejo dijo que se propusieron otras alternativas al gobierno de Oaxaca para el abastecimiento de agua potable de una manera más integral y que requerían una inversión mucho menor. Entre ellas, reparar las redes de agua potable, porque se fuga el 40% del líquido por las malas condiciones de la red, aplicar programas de recolección de agua de lluvia, mecanismos para permitir la filtración de agua al subsuelo y racionalizar su uso a través de cobros conforme a quien más gaste, entre otras.
Frases:
“Este tipo de obras (Paso Ancho) son inversiones en beneficio de contratistas”
“Hay cada vez menos agua, que se agudiza por el cambio climático y la próxima sequía hará más grande el desabasto”:
Juan José Consejo, presidente del Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de Oaxaca
