Pasar al contenido principal
x

Oaxaqueños, hacinados en la miseria

Foto(s): Cortesía
Redacción

SAN MIGUEL PERAS, Oaxaca.- Por la noche, el cuarto de adobe se asemeja a una caja de cerillos en donde diez personas duermen acomodadas por montoncitos, en camas cercanas unas de otras.


Las respiraciones, el olor a sueño tibio y los latidos desvanecidos en la somnolencia, se agolpan en los pocos espacios libres de la vivienda, entre la ropa apilada en sillas a falta de ropero, entre los zapatos ocultos bajo los tablones acomodados como cama, el altar religioso y las sábanas que cuelgan a modo de pabellón.


Deterioro económico


La casa se ubica en San Miguel Peras, municipio de los Valles Centrales, en donde el 70 por ciento de las familias vive en condiciones de hacinamiento como consecuencia del deterioro económico a falta de fuentes de empleo.


La madre de familia duerme entrelazando los brazos sobre su bebé de un año y su hija de cuatro. En la misma cama descansa el padre de familia. Hacia el frente, sobre la cama sin colchón, duermen otras dos de sus hijas adolescentes, entre jirones de cobijas.


No muy lejos, en las literas y la cama individual, duermen otros tres integrantes de la familia, separados entre cama y cama por menos de un metro.



Siembra de autoconsumo


“Aquí lo que necesitamos es trabajo, teniendo eso tendríamos posibilidades para poder construir una casa con mayor espacio. No hay dinero para hacerlo. Mi esposo sabe hacer adobe, pero si se dedica a hacerlo deja la labor en el campo y sin frijoles y maíz nos morimos de hambre”, afirma Rocío, la madre del hogar.


La familia, al igual que el resto de quienes habitan en Peras, sobrevive de la siembra de autoconsumo, el intercambio de leña por productos de primera necesidad y por temporadas en jornadas en el campo por las que ganan de 80 a 120 pesos por día. Condiciones en las que “es difícil poder construir una vivienda”.


El predio que habitan es propiedad de los padres de su esposo. En ese mismo espacio habita la pareja, con la que comparten el área de cocina.


Viviendas prestadas


Teodora coloca azúcar al agua a punto de hervor. Prepara un té para mitigar el frío que se cuela entre las grietas de las paredes de adobe. La llovizna golpetea tercamente sobre el techo de lámina oxidada que es hogar de ella, su esposo, sus hijos, dos hijas y una nieta.


Mauro, su esposo, quien es suplente del regidor de Hacienda, explica que el 80 por ciento de las familias en San Miguel Peras, conformado por dos agencias (Pensamiento Liberal Mexicano y La Soledad) y 3 núcleos rurales (Brujería, Temazcal y el Manzanito), viven en hacinamiento.


El promedio de habitantes por vivienda, expresa, es de cinco personas; sin embargo, en algunos hogares llegan a dormir hasta diez personas en una misma habitación.


El hacinamiento, de acuerdo con la definición del INEGI, es la proporción de ocupantes por vivienda por más de tres personas por habitación. Este indicador es una variable del grado de marginación en una comunidad.


Más allá, cuando se vive en hacinamiento, se tienen implicaciones en la salud general y en la salud sexual.



Oaxaca, sexto lugar nacional en hacinamiento


Cifras oficiales señalan que Oaxaca se encuentra dentro de las seis entidades del país que acaparan el 53 por ciento del hacinamiento de viviendas.


En este indicador se encuentra también Chiapas, Guerrero, Puebla, Veracruz y Estado de México. En estos territorios se ubican al menos un millón 350 mil cuartuchos apretujados de los dos millones 500 mil contabilizados a nivel nacional.


LOS MÁS HACINADOS


San Simón Zahuatlán (71 por ciento de su población hacinada)


Coicoyán de las Flores


Santos Reyes Yucuná


San Bartolomé Ayautla


San Pedro Ixcatlán


San Lucas Ojitlán


San Mateo del Mar


Santiago Juxtlahuaca

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.