Oaxaca.- Sebastián Solís es el niño de 12 años de edad que día con día ha sido más visible en la compañía del maestro Francisco Toledo.
Su semblante es un poco serio; sin embargo detrás de sus lentes se observa una mirada hambrienta de conocimiento, de inquietudes, de saber y conocer porqué los medios de comunicación se arremolinan ante la presencia del artista juchiteco.
Viste sencillo, zapatos negros, pantalón de mezcilla y playera de rayas. A cada movimiento que el pintor realiza, pone especial atención.
Ayer, durante la conferencia de prensa que se desarrolló en el patio del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), a Sebastián nada lo interrumpía, desde su lugar en la segunda fila escuchó a cada uno de los integrantes de la Constituyente Ciudadana Popular.
Durante el desarrollo del encuentro con los medios de comunicación, Toledo abandonó su lugar en la mesa del presidium ‑‑como suele hacerlo‑‑ para intercambiar unas palabras con uno de los encargados de mantenimiento de ese espacio cultural. Sebastián rápidamente intentó pararse a seguir al maestro, pero después de unos segundos prefirió quedarse en su asiento para seguir el desarrollo de la conferencia. Minutos antes, el mismo niño dialogaba con el juchiteco sobre la forma de recortar una hoja de papel.
“¿Será su nieto?”, “¿Quién es ese niño?”, fueron las dudas que rápidamente surgieron entre los asistentes, y, es que la imagen era de postal: El maestro Toledo enseñando la mejor técnica para recortar a un niño de 12 años.
Durante la entrevista al artista, Sebastian también lo acompañó. En tres ocasiones le dio un ligero pellizco y abrazo al maestro.
--¿Maestro, quién es ese niño?
--Quien sabe... No sé (ríe)
Por separado, Sebastián termina con las incógnitas. "Mi mamá trabaja en la cafetería del IAGO. Aquí me encuentro al maestro todos los días, una ocasión me comenzó a hablar y ahora es mi amigo.
