En 10 años, más de 150 personas murieron víctimas de accidentes en el que los responsables señalados son chóferes del transporte público de pasajeros en el estado, según cifras de la organización Movimiento Ciudadano de Cultura Vial (Movial).
Los datos de esta asociación se obtuvieron a través de la recolección de datos hemerográficos, denuncias y/o reportes de familiares de víctimas.
El secretario técnico de Movial, Fortino Torrentera, aseguró que estas muertes quedan en la impunidad pese a que en todos los casos se sabe “perfectamente bien”, quien es el responsable: el concesionario de la unidad.
Uno de los casos más recientes, fue la muerte de un niño de 11 años que fue arrollado por un camión del servicio de transporte público de la empresa Transportes Urbanos y Suburbanos Guelatao (Tusug). El menor y su madre, que viajaban en una motocicleta, fueron embestidos por esta unidad sobre la calle Independencia en la capital del estado.
Pero no es el único que puede considerarse. El 14 de junio de este año, un hombre de la tercera edad murió tras ser atropellado por un camión de pasaje en el centro del municipio de la Villa de Zaachila; el 7 de octubre, dos personas fueron atropelladas por un camión de la empresa Sertexa sobre la calle Heroico Colegio Militar en la capital del estado. El 11 de agosto de 2015, una persona de aproximadamente 45 años de edad, murió tras ser atropellado por un camión urbano de la línea Choferes del Sur en la Carretera Federal 190, inmediaciones de la colonia La Joya de la Ciudad de Oaxaca.
El integrante de Movial afirmó que los responsables de estos accidentes y muertes son los concesionarios para la prestación del servicio del transporte público en el estado y dueños de estos camiones.
Fortino Torrentera explicó que aunque éste no condujera el vehículo, es el dueño de la concesión y de la unidad. Es decir, detalló, las concesiones para la prestación de este servicio son propiedad de la nación; pero por su incapacidad para otorgarla en las entidades, transfiere esta facultad a los gobiernos de los estados. Estas concesiones se dan exclusivamente a personas que se comprometen a prestar al servicio y la trabaje el concesionario, y no para que contrate un chofer.
“Si un particular es atropellado, debe iniciarse un proceso contra el dueño del vehículo, porque él lo contrató. El de la concesión es el dueño de la unidad”.
Además, dijo que no hay transparencia respecto a las concesiones que se supone deben estar suspendidas por la comisión de estos delitos u homicidios culposos. A esto, se añade, que los concesionarios clonan sus concesiones y en una misma ruta meten hasta tres camiones con la misma concesión, según reportan los propios choferes de estas unidades.
“Entonces ponen a competir a sus propios trabajadores. Esto lo han dicho los propios chóferes, entonces no hay un control de las concesiones, para empezar la autoridad de tránsito no es autoridad para los chóferes. Si la autoridad no tiene elementos para hacer efectivos los reglamentos, el marco legal, es muy difícil que se pueda ejercer el control. Es una anarquía”.
Frase:
“Este fenómeno ha cobrado más víctimas que los movimientos políticos en los últimos 70 años. Y todos en la impunidad”.
Fortino Torrentera
