El Consejo Laboral por el Progreso Latinoamericano en los Estados Unidos inició una campaña internacional de solidaridad con los migrantes oaxaqueños y de otros estados quienes laboran en los campos agrícolas de San Quintín, para invitar a los consumidores a no comprar productos de la marca Driscoll’s, que son distribuidos en supermercados de varios países, incluyendo México.
Vía telefónica, el líder y fundador de esta organización, Al Rojas dijo que el respaldo fue acordado con otras organizaciones civiles de ese país porque la compañía se ha caracterizado por explotar la mano de obra de los migrantes, entre ellos, alrededor de 10 mil oaxaqueños.
Detalló que la empresa obtiene millonarias ganancias gracias a los migrantes en San Quintín, quienes pasan más de 12 horas trabajando agachados en los campos en la producción de fresas, arándanos, frambuesas y moras, para obtener un salario promedio de 120 pesos diarios.
Además, subrayó que los migrantes están expuestos a pesticidas y productos químicos nocivos para la salud, así como al consumo de agua no potable, durante sus jornadas en los campos agrícolas.
Aparte de esto, mencionó que no cuentan con seguro social ni los equipos de trabajo adecuados, y son objeto de robo de salario y de acoso sexual, especialmente las mujeres.
Explicó que los comités independientes y autónomos activos en Nueva York, Chicago, Pittsburgh, Houston, Dallas, El Paso, Los Ángeles, San Diego y otras 13 ciudades de California, así como en Alaska, Australia y México, participarán en la campaña internacional de solidaridad.
Rojas dijo que la campaña internacional de solidaridad también exige a la compañía el reconocimiento del Sindicato Independiente Nacional Democrático de Jornaleros Agrícolas (SINDJA), con registro oficial otorgado por la Secretaría de Trabajo y Prevención Social (STPS), y la firma de un contrato colectivo.
