Oaxaca.- Desde San Juan Bautista Tuxtepec, Petra, una mujer de más de 50 años, paciente por enfermedad en el hígado, fue canalizada al Hospital de Regional de Alta Especialidad de Oaxaca (HRAEO), en San Bartolo Coyotepec, por presentar malestar en la vesícula biliar.
El médico a cargo de la clínica de su localidad agendó una cita para la paciente, para la mañana de este jueves. La señora Petra llegó desde muy temprano al hospital, donde fue recibida por especialistas que le realizaron pruebas laboratoriales para emitir el diagnóstico.
Los malestares que manifestó desde hace varios días le impidieron caminar normalmente. Al salir del hospital y abordar un taxi colectivo que la llevaría al centro de la ciudad, para comprar un boleto y regresar a su lugar de origen, el vehículo detuvo su camino para indicarle a Petra y a su hija que había que continuar a pie, pues cientos de maestros se apoderaron de la entrada a la ciudad, en la carretera 175, Oaxaca-Puerto Ángel.
A paso lento, luchando contra el dolor y la distancia, arrastrando los pies sobre el hirviente asfalto, portando un vestido ligero y sandalias detuvo su camino. Con los ojos amarillentos y el cuerpo cansado, la mujer llegó al crucero del aeropuerto donde miles de maestros retaban a policías federales con consignas... no pudo más y se sentó a descansar en el camellón, en medio de la cinta asfáltica.
"Queremos llegar al otro lado, seguimos aquí desde hace dos horas... salimos del hospital pero no esperábamos esto, no hubiéramos venido, es demasiado", dice la hija de la señora Petra, mientras la anima a caminar un par de metros más, sujetándola del brazo con fuerza, pero los ánimos de la convaleciente mujer se agotaron.
Como pudo, llegó al otro lado del bloqueo, pasando bloques de federales, maestros y vendedores que ocupaban la carretera. En un colectivo, casi tres horas después de lo esperado, partió al centro de la ciudad.
Tras ella desfilaron doctores del hospital, personal médico y administrativo, turistas y oaxaqueños que llegaron en avión a territorio oaxaqueño. También estudiantes, ancianos, discapacitados en silla de ruedas y lesionados con muletas; cansados, inconformes, deslizándose entre la negrura del asfalto, sorteando contingentes, en medio del caos.
