Luego de la cosecha de cinco premios, la película Los años azules se estrenó con dos funciones en Oaxaca, una de ellas en Guelatao de Juárez y una más, en la ciudad, a beneficio de una asociación civil. Sofía Gómez Córdova y Luna Marán, directora y co-productora respectivamente, hablaron en entrevista de los procesos colectivos y la consciencia cada vez más despierta de la comunalidad.
Las cineastas egresadas del Departamento de Imagen y Sonido (DIS) de la Universidad de Guadalajara (UdG) coincidieron en que es necesario recordar el hacer proyectos que refrenden a los creadores que no todo gira sólo en torno de una persona o un ego, sino que son ejercicios colectivos que involucran procesos de mucha gente.
"Ejemplo de ello no sólo es esta película, sino proyectos como el Cine Too y el Campamento Audiovisual Itinerante, que representan un acto de generosidad muy grande y ejemplar de cómo la ciudadanía se organiza con la gente en sociedad y se coordina con las autoridades, para crear un fenómeno de cooperación que permita llevar conocimiento y experiencia a jóvenes para que puedan compartir con la experiencia de profesionales".
Es justo el punto de conexión que tiene Los años azules con su público, lo destaca Sofía Gómez Córdova: "Nuestra película retrata que el quehacer cinematográfico es una manifestación de un ejercicio colectivo, de verse a uno como parte de un todo y ser consciente del otro".
"El punto medular del concepto que llaman comunalidad y que más allá de las ideologías, es una noción del otro, se trata de asumirse como parte del todo y saber qué papel cumple uno y cómo afecta al conjunto. Es algo que cualquiera puede comprender y, si se está de acuerdo, hacer lo propio para mejorar a la sociedad".
La cineasta plantea que hay que rescatar la noción de comunalidad y aplicarla lo mejor que se para mejorar proyectos y como manera de sentir que se está contribuyendo a crear un brote que contagie desde la trinchera creativa de cualquier persona.
La directora de Los años azules, egresada y profesora del del Departamento de Imagen y Sonido de la Universidad de Guadalajara
Crece interés en cine mexicano
Co-guionista de Somos Mari Pepa, la creadora considera que en México cada vez se percibe una diversidad mayor de gente de diferentes lugares del país que tienen proyectos cinematográficos interesantes.
Cree que cada vez son más los mexicanos a los que les gusta consumir cine mexicano, aunque lo que falta es que propiciar que más películas tengan los medios para llegar a más espacios, en cuanto a los circuitos de distribución y exhibición.
Destaca que el cine documental mexicano tiene mucha calidad: "Desde mi visión creo que está germinado en diferentes lugares del país y con distintas formas de hacerlo, eso seguramente será mucho más notorio en los siguientes años".
Se pronuncian por una educación gratuita y de calidad
La función de estreno de Los años azules, en la ciudad, la acogió el centenario Teatro Macedonio Alcalá y fue una exhibición de OaxacaCine a beneficio del Fondo Guadalupe Musalem, asociación civil que beca a mujeres indígenas para cursar su bachillerato. Al respecto, ambas creadoras reiteraron la importancia del acceso a una educación gratuita.
"Todas las personas deberían de partir de un mismo nivel de oportunidades y deberíamos trabajar porque en los más básicos la educación no sólo fuera gratuita, sino de calidad".
Paloma Domínguez encarna a Diana, interpretación que le valió el Premio a Mejor Actriz, en la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Guadajalara
En niveles superiores hay varios temas, que tanto como egresada y como profesora en una universidad pública ha percibido: "creo que es importante decir que he visto que, desgraciadamente, hay mucha gente no aprovecha el lugar y que no se valora esa educación, lo cual para mí es un robo porque alguien está pagando por ello" apunta Sofía Gómez Córdova.
Al respecto Luna Marán compartió: "hay una parte de asumir el contexto, en mi caso tuve el privilegio de haber crecido en una comunidad, haber tenido garantías de seguridad y haber tenido formación artística ahí mismo, lo cual me permitió el desarrollo creativo".
Afirmó que hay una parte de su historia que tiene que ver con poder ser un punto de esperanza: "los que tenemos la posibilidad de hacer este tipo de cosas tenemos que hacerlo con seriedad, poder entregarnos a un trabajo que puede hacer una inclinación en la balanza y poner un granito de arena para mejorar las condiciones para la sociedad".
