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Niños triquis, cuando la práctica hace al maestro

Foto(s): Cortesía
Julio León

El sudor escurre de su frente. El pecho se agita. El dolor se manifiesta en cada levantamiento, en cada movimiento con la mancuernilla, en cada repetición con ambos brazos.


Emerge fortaleza de cada poro de la piel para continuar, y es que es tan sólo una parte de la sesión de trabajo.


Parecen no poder más, pero la voz del entrenador los alienta o casi los obliga a seguir, porque el precio de carga podría ser mayor si no se cumple.


Dicen que la práctica hace al maestro, un proverbio bien aplicado con los niños triquis de basquetbol.


Al levantarse comienza la actividad de preparación.


05:30 horas. Los buenos días son con 200 abdominales, antes de ir a la escuela, que está a un kilómetro de la casa club.


Entrenan en dos grupos, el primero de ellos tras concluir clases y otro más luego de que termina este grupo.


La Escuela Primaria Vicente Guerrero de Santa María El Tule, donde cursan sus estudios, es la sede de entrenamiento, ahí, donde la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) construyó dos canchas techadas.
SPORTS-NOTICIAS atestiguó esa dura exigencia en el entrenamiento.


Los niños triquis cargan llantas de automóvil para colocarlos como obstáculos en diferentes puntos de la cancha, de acuerdo a la estrategia del sistema de juego que utilizan.


Tras las repeticiones indicadas con las mancuernas, las colocan en el piso, toman el balón y driblan las llantas, recorren la cancha y encestan. Así, una y otra vez…


Simultáneamente, otros más caminan del tiro de castigo hacia delante sobre la línea y de reversa retornan al mismo punto del tiro libre. Se levantan en el área de tiro de castigo y disparan al aro.


Parece sencillo. No es así, un joven parece "pedir esquina" pero debe cumplir...


Las mujeres no están exentas del duro entrenamiento, hacen lagartijas con pequeños bancos, con repeticiones en las que se sostienen de una mano. También dan muestra que no pueden más...


Es una “friega” la que se llevan en su preparación los llamados niños triquis de basquetbol.


Pulen la técnica


El entrenador Rigoberto Martínez, quien en ese momento de la visita es el encargado del proyecto en ausencia del entrenador en jefe Sergio Zúñiga, indica que uno de los principales aspectos que se trabajan es la técnica.
Esto, tomando en consideración que varios niños ya traen fuerza de manera natural por sus raíces.
Sin embargo, es un aspecto que no dejan de desarrollar y más aun tomando en cuenta que, por ejemplo, en el norte del país se enfrentan a jugadores de mayor estatura y complexión.
“Se trabaja mucho la técnica, los fundamentos; también trabajamos fuerza, varios ya traen de manera natural este aspecto por su origen en las montañas, por lo que su resistencia es mayor a niños de la ciudad.
“De igual manera, damos prioridad a la estrategia y manejamos fuerza en sus brazos y piernas”, puntualiza el entrenador Rigoberto Pérez.
También “se da énfasis al aspecto mental, lo que va de la mano al habituarse a jugar con niños de mayor edad y complexión”, especifica.
Los entrenamientos son dos horas diarias de lunes a viernes. Los días sábado y domingo tienen doble sesión y en algunas ocasiones hacen campamentos.


La casa club


Sobre la alimentación, el día que SPORTS-NOTICIAS visitó la casa club de los niños triquis, ubicada en Camino de la Raya sin número de Santa María El Tule, no se encontraba cocinera alguna pero sí se observó una bodega con despensa.
Las regaderas ya no se están en servicio. Sólo tienen dos baños.
Ahí, donde ahora la construcción de esa casa club hace contraste con las milpas del campo que se observan por la barda de alambre, también junto a decena de cacerolas que muestran los estragos de los años en el fuego, ha sido atado a una de las varillas de la azotea un aro descolorido. En los ratos libres también practican el enceste.
Los niños lavan su ropa y sus trastes de comida en un lavadero instalado cerca de un enorme tinaco colocado en el piso. No falta ese patio de tierra donde la lluvia provoca el lodo. Ahí, a veces juegan futbol.
En esa área se pasean algunas gallinas. Es el tinte de una casa en el campo triqui.
Para las labores de aseo, se tiene un rol.
Viven en esa casa club, rodeada de terrenos en la nada y en proximidades de la montaña, quienes en este programa que fue creado por Sergio Zúñiga, son llamados "becados" por su nivel de juego en el baloncesto.


El cuarto de los alcances


Existe un modesto cuarto de trofeos de eventos nacionales e internacionales, así como de diplomas y reconocimientos.
Ahí, esos testigos de diferentes modelos, colores y tamaños colocados por filas en el piso que ocupa casi medio espacio de la habitación, resalta un enorme tenis. Es el obsequiado por Gustavo Ayón durante una de las convivencias que sostuvieron con seleccionados nacionales en el capital del país.
Las literas, algunas con colchones y otras con una especie de colchonetas, son el área descanso; una luz tenue y la mayor iluminación que ingresa por la puerta pega precisamente en esa línea donde están decenas de libros y libretas colocadas sobre tablas sostenidas de botes y ladrillos. A un costado, las mochilas.
A las nueve de la noche se apagan las luces, luego de haber realizado la respectiva lectura, lo que forma parte del itinerario del día, indica el entrenador Rigoberto Martínez.


Sin dieta especial


Dieta especial, no tienen.
“La comida es normal, no tenemos una dieta en especial; comen frijol, sopa, soya, fruta, atún y sus verduras”, comenta el entrenador originario de Santa Cruz Río Venado, donde surgió el proyecto de los niños triquis, aquel para el cual en un principio no existía apoyo alguno, recuerda Rigoberto Martínez.
Durante el entrenamiento, se hidratan con agua que contiene innmunocal, suplemento patentado similar a la leche materna, que contiene más de 90 por ciento de proteína pura y cuenta con un valor biológico más alto que cualquier otro suplemento proteínico o alimento disponible en el mercado.
Los niños triquis tienen proyectados eventos próximos en este año en los que nuevamente tendrán la oportunidad de tener una gira internacional en puntos como Los Ángeles; Italia, Barcelona y Orlando, Florida, respectivamente.
El aprovechamiento escolar, es decir el promedio en la escuela, es otro de los factores que puede definir quiénes son los niños que viajan a los eventos de carácter nacional o internacional. Es como un premio a su entrega en el estudio.


Nueva era


Una nueva era se comienza a respirar para los niños triquis, que han comenzado a incursionar en futbol con el apoyo de Fuerza Regia de los Tigres de la Universidad Nacional Autónoma de Nuevo León (UANL), en Monterrey.
Pero también comenzarán a practicar atletismo e inclusive en voleibol. Y es que son más de 2 mil 500 niños los que contabilizan los entrenadores en la región Triqui, por lo que debe existir oportunidad de practicar un deporte para la mayoría.


1 Hora de lectura diaria


30 Los becados en la casa club de los niños triquis son de 8 a 13 años de edad


8 Entrenadores realizan el trabajo en la ciudad de Oaxaca


50 Entrenadores están al frente de la actividad de detección y enseñanza en la región Triqui


2500 Los niños que se indica forman parte del proyecto en la región Triqui, de 6 a 14 años de edad


3 Los sitios donde realizan campamentos en periodos vacacionales, en Bahías de Huatulco, ciudad de Oaxaca y la región Triqui


PARA SABER
Los niños triquis aún no participan en Olimpiada Nacional, que es el máximo evento deportivo infantil y juvenil del país.


DE SUS GIRAS INTERNACIONALES
Orlando, Florida (Estados Unidos)
Los Ángeles, California (Estados Unidos)
Argentina
Uruguay
República Dominicana
Barcelona (España)
Francia
Italia


PUNTO DONDE SURGIÓ EL PROYECTO
Santa Cruz Río Venado, perteneciente al municipio Constancia del Rosario

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