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Hay luto en el deporte adaptado de Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Julio León

Oaxaca.- El deporte adaptado está de luto ante el fallecimiento de los pesistas sobre silla de ruedas Rómulo Pérez Hernández y Rosalina Flores Ignacio.


La comunidad deportiva de Oaxaca expresó ayer sus condolencias y recordó con cariño a los dos practicantes de power lifting a través de redes sociales.


Ambos atletas estuvieron desaparecidos desde el 18 de agosto, el pasado martes fueron encontrados sus cuerpos sin vida dentro de un auto en un barranco del municipio de San Antonio Cuajimoloyas.


Laura Cerero Gabriel, quien fuera entrenadora de Romulo Pérez y quien representará a México en los Juegos Paralímpicos de Río 2016, escribió en su cuenta de Facebook:


“Parece que fue ayer cuando llegaste a la unidad deportiva con tu cajita para bolear zapatos con la inquietud de practicar un deporte, tomaste la decisión de practicar power lifting; fuiste campeón absoluto dos años consecutivos en Paralimpiada Nacional.


“Y aprovechaste la oportunidad que Dios te dio para hacer y disfrutar lo que más te gustaba hacer, pesas y basquetbol. Hoy nos dejas, sólo te adelantas. Será difícil volver a la Unidad Deportiva y no verte más ahí físicamente pero tu recuerdo vivirá por siempre.


“Tus sonrisas, ocurrencias, bromas, no las olvidaremos “Charrito Veloz”, como tú mismo te autonombrabas. Hasta pronto. Dios te reciba en su reino. Descansa en paz”, expresó Laura Cerero Gabriel desde Brasil previo a la inauguración de los Juegos Paralímpicos y a unas horas también de su competencia en power lifting.


De igual manera, lamentó el fallecimiento de Rosalina Flores, que fue medallista de diferentes metales en diferentes ediciones de los Juegos Deportivos Nacionales Sobre Silla de Ruedas.


El “CHARRITO”


Rómulo Pérez Hernández, originario de la comunidad de Agua Fría Campanario, Zimatlán de Álvarez, proveniente de una familia humilde de campesinos, ante las carencias del hogar acostumbraba caminar descalzo en el campo cuidando el ganado a lado de sus padres.


Así, a los cinco años de edad, una fuerte herida en su pie provocó una enfermedad y al no contar con la atención oportuna y necesaria ante la falta de recursos, propició que el mal provocado avanzara al grado de no alcanzar remedio cuando éste se buscó.


Rómulo tenía 17 años de edad cuando le amputaron sus piernas y falleció a los 26 cuando viajaba a lado de Rosalina Flores, de 51 años.


“No tenía zapatos y andaba descalzo cuidando a los animales y al parecer se me enterró una estaca en la planta de mi pie que me provocó una infección que fue avanzando y avanzando”, relató en una entrevista con NOTICIAS Rómulo cuando obtuvo su primera medalla, de bronce, en Paralimpiada Nacional.


En ese entonces manifestó su deseo por conquistar el oro, y lo conseguiría ediciones más adelante.


Cuando la atención en su pie empezó a proporcionársele a Rómulo ya era demasiado tarde. Y la única solución no podía aceptarse, no podía digerirse.


Su padre se oponía a la medida irremediable, conservaba alguna esperanza, pero fue inevitable.


“Mi papá no quiso que me amputaran y la enfermedad siguió avanzando, viví con ella diez años hasta que ya no podía caminar, me arrastraba para ir al baño”, relató en aquella charla.


Rómulo Pérez acudía a la escuela de manera normal y era víctima de discriminación por parte de sus compañeros.


“Yo asistía a la escuela pero la infección de mi pie me hacía sentir mal porque todos mis compañeros de la escuela se burlaban de mí. Son muchas cosas tristes las que viví y por eso al final decidí que se amputara” relató en el 2010.


Se buscó una salida a su enfermedad en Sinaloa, “casi llegamos a Estados Unidos en busca de un medicamento o un tratamiento, pero nunca lo encontramos”.


Y llegó el doloroso capítulo.


“Fue mi decisión que me amputaran mi pierna, mi papá no quería, pero un día que se fue del hospital decidimos autorizar la amputación, y cuando mi papá llegó ya estaban todos los documentos arreglados para la operación.


“Mi vida es muy triste”, resumió en ese instante Rómulo. Y continuó: “Luego llevaron mi pierna a enterrar a mi pueblo, en Agua Fría Campanario”.


SU INGRESO AL DEPORTE


Su ingreso al deporte se dio a invitación del pionero del deporte adaptado en Oaxaca, Cornelio Núñez.


Tras la inevitable amputación, al acudir a realizar los trámites necesarios para la solicitud de una prótesis conoció a Cornelio, quien lo invitó a practicar básquetbol; posteriormente llegó con Fidelio Gómez –esposo de Laura Cerero, entrenador de baloncesto-.


Y la triple medallista en Juegos Paralímpicos, Laura Cerero, fue su entrenadora en power lifting.


Una de las formas en las que una etapa de su vida se ganó el sustento, fue vendiendo dulces en la Central de Abastos.

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