Demuelen la historia...
Fue el recinto más emblemático del futbol profesional oaxaqueño a lo largo de más de tres décadas y ayer empezaron a caer las toneladas de concreto del estadio Benito Juárez, que sólo comienza a quedar escombros.
La maquinaria especializada demuele la pesada construcción. Sólo se observa cómo se vienen abajo, hecha pedazos, las gradas del recinto donde Oaxaca vivió grandes momentos; disfrutó trepidantes triunfos; festejó finales, y un campeonato profesional.
Sí, aquel de la Temporada 1992-1993, cuando los entonces Chapulineros de Oaxaca levantaron el título de la Segunda División B y ascendieron a la Segunda Nacional A tras derrotar a Tecoman 2-1, con anotación del oaxaqueño Juan de Dios Uribe.
Así también, se recuerda la final del Torneo de Apertura 2005 de la Primera División A, donde Cruz Azul Oaxaca cayó por la mínima diferencia, 1-0, en la Vuelta, en el Benito Juárez, ya que en la Ida habían empatado a uno en el Cuauhtémoc.
El acontecimiento más reciente del balompié profesional de alta envergadura que se disputó en tal escenario fue la semifinal de la Copa MX, del torneo Apertura 2014, cuando los Alebrijes de Oaxaca vencieron en un partido trepidante a los Tuzos del Pahuca 3-2, y avanzaron a la final, que más adelante perdería con Tigres 3-0 en el Universitario de Monterrey, Nuevo León.
LLEGAN LOS ALEBRIJES
Cabe recordar que el anuncio del retorno a la capital oaxaqueña de la antesala del máximo circuito del futbol profesional en el país, fue en diciembre del 2012. Los Alebrijes debutaron en la Liga de Ascenso representando a este estado en el Apertura 2013.
Fueron seis los torneos que Alebrijes jugó como local en el Benito Juárez, que tras su demolición será parte de la Ciudad de los Archivos que ya se construye en esa área y que se ubicará también a un costado del llamado Bosque del Deporte, inaugurado el pasado fin de semana.
INCONCLUSO
El estadio Benito Juárez fue un inmueble que jamás terminó de construirse de acuerdo a como había sido proyectado; siempre existió una área que no pudo utilizarse por seguridad de los aficionados al estar inconclusa.
De acuerdo con una versión oficial, el tiempo de 'vida' de este inmueble estaba ya en fase de caducidad y lo más atinado era su derrumbe aprovechando la construcción del nuevo estadio del futbol profesional que se edificó en el Tecnológico de Oaxaca.
En esta etapa de demolición, sólo recuerdos han quedado de todos los gritos, porras y algarabía que en algún momento se vivió.
SÓLO FANTASMAS
En su interior todo ha sido desmantelado; en lo que fueron las bancas de ambos equipos, los vestidores de jugadores y árbitros, así como las oficinas quedaron desiertos al igual que el terreno de juego.
Sólo los fantasmas de la más historia más importante al momento del balompié profesional en la entidad, rondan en el lugar, que próximamente desaparecerá por completo.
El verde del campo que proyectaba vida en fusión con el azul del cielo, se transformó en tierra que en breve será también escarbada para dar paso al proyecto de la Ciudad de los Archivos.
El Benito Juárez tenía capacidad para 12 mil 500 personas para eventos deportivos y de 20 mil para conciertos y eventos masivos. Su inauguración oficial fue en 1987 en un partido entre Chapulineros y Pioneros de Cancún.
