Las vacaciones de verano se empiezan a asomar por la ventana y estamos a muy buen tiempo para planear los mejores días para descubrir muchos destinos que están en nuestro mismo estado, o en alguna región del país.
Para muestra, los denominados Pueblos Mágicos son una excelente opción. Visitarlos seguramente nos harán dejar una parte de nuestro corazón en aquel destino y nos dejarán una huella imborrable.
Además, muchos de estos destinos están acompañados de diversos ambiente como la sierra, arquitectura colonial, tradiciones o hasta de bellas y paradisiacas playas. Por ejemplo está el Pueblo Mágico de Bacalar, en el que podrás formar parte de festividades que revelan el carácter alegre de los lugareños. Tal es el caso de las ferias, las fiestas que se celebran en honor de los santos y los campeonatos deportivos que se llevan a cabo en el lugar.
Aunque su laguna es su atractivo principal, en Bacalar existen opciones de cultura, diversión y entretenimiento para toda la familia. Quienes deseen acercarse a la cultura e historia caribeñas, deben visitar obligatoriamente el Fuerte de San Felipe, que alberga el Museo de Piratería. Además de contar con una colección de objetos antiguos, este sitio proporciona una vista privilegiada de la laguna y sus alrededores.
Pero la vida continua por la tarde-noche. Puedes visitar la plaza principal, donde se pueden admirar coloridas construcciones típicas, artesanías regionales y la imponente Parroquia de San Joaquín, recientemente restaurada. Y para que el viaje sea perfecto, no te olvides de su magnífica gastronomía, por lo que no te puedes quedar sin probar sus mariscos frescos y el rice and beans, un clásico caribeño preparado con aceite de coco.
Surgimiento
Bacalar fue fundado por los mayas hacia el año 415 d.C. con el nombre de Sian Ka'an Bakhalal. Durante siglos acosado por piratas debido a su importancia comercial en mercancías centroamericanas y por ser uno de los lugares donde abundaba el palo de tinte, codiciado por los ingleses para teñir textiles, debido a su indeleble pigmento oscuro.
El Fuerte de San Felipe
El Fuerte de San Felipe, construido en 1729 en pleno siglo XVIII, ha quedado como ejemplo de la arquitectura militar de la Nueva España, ya que evitó las incursiones de piratas y filibusteros, además de ser testigo de innumerables e históricas batallas en contra de los ingleses, quienes pretendían controlar el comercio del palo de tinte y de otras maderas preciosas existentes en la región.
El Cenote Azul
El Cenote Azul se localiza a 30 kilómetros al noroeste de Chetumal. Su manto líquido, que conecta con el lago de Bacalar, tiene un encanto especial. Con una profundidad de 90 metros, recibe su nombre debido al color turquesa de sus aguas. Y para un mayor placer, en el Cenote hay un restaurante típico que ofrece platillos de la región, a base de mariscos y animales silvestres.
Gastronomía
En Bacalar, como en el resto del estado, cuentan con una gran influencia de la cocina yucateca y beliceña. De esta última destaca el platillo "rice and beans", que tiene la particularidad de estar cocinado con aceite de coco. También se elaboran tamales de xpelón (una variedad de fríjol) y el sotobichay (brazo de reina) que es un tamal con chaya. Asimismo, se acostumbra el puchero y el chocolomo.
En los días de "Todos Santos" se preparan los "mucbil pollos" tamales de la región que se hornean y además existen platillos elaborados en pescados y mariscos, como el pan de cazón y el tikinxic así como los preparados de caracol; también el guachinango, la langosta y el caracol son una pequeña muestra de las delicias del mar que se preparan de muy diferentes formas en este paraíso.
+De
Si te adentras en este Pueblo Mágico, una de las grandes actividades que puedes realizar es la talla de madera en varias formas. Comúnmente, también puedes conocer sus bellos tejidos y cestería, producto de la imaginación y habilidad de los artesanos con la palma. Es frecuente la oferta de coloridas hamacas, ideales para un buen descanso. Todos estos productos los podrás encontrar en el Cenote Azul .
¿Sabías que?
Este poblado de origen maya es conocido por su laguna de siete colores, un lugar de descanso, hamacas y palapas rodeado de místicas selvas, pero también de adrenalina con sus deportes acuáticos.
