La mayoría de nosotros comenzamos a estar un tanto intranquilos cuando tenemos una primera cita y, tras 10 minutos de espera, aun no ha aparecido nadie por allí.
A los 15 minutos ya estamos más tensos que Marge viendo ¡Viven!
Y a partir de los 20 minutos empezamos a sentir una pérdida importante de dignidad que se incrementa segundo a segundo.
Así que cuesta bastante comprender por qué este señor holandés de 41 años decidió esperar a su cita de internet durante 10 DÍAS en un aeropuerto chino.
Puede que el término 'plantón' no exista en idioma holandés.
No sabemos si es que el término plantón no existe en neerlandés o si el tiempo se experimenta de forma diferente en China, pero el caso es que el señor estuvo allí hasta que, literalmente, lo sacaron con los pies por delante. No muerto, pero sí bastante jodido. Los servicios médicos tuvieron que desplazar al hombre al hospital con síntomas graves de agotamiento.
El hombre conoció a la mujer a través de internet y sintió un flechazo brutal, así que decidió tomar un avión para quedar con ella y tener una primera cita, pero los planes no salieron como él esperaba.
Al ver que la mujer no aparecía, el hombre se negó a dejar el lugar y pasó allí 10 días hasta que su estado físico fue tan grave que no tuvieron más remedio que ingresarlo. Llama la atención que alguien pueda llegar a ser tan terco en esta situación, pero eso cuadra bastante con una cultura que lleva cientos de años robándole el terreno al mar con presas y molinos.
Cuando la noticia del holandés despechado apareció en la prensa local, la mujer también salió públicamente para declarar que conocía al hospitalizado y había en efecto acordado quedar con él, pero aseguró que no había entendido los detalles de la cita.
Según ella, el holandés le mandó una foto con números y letras que podrían significar la referencia de un vuelo, pero ella no logró descifrar de qué se trataba y finalmente no se presentó en el aeropuerto.
Para más inri, el día en que él llegó a China ella dice que se sometió a una operación de cirugía estética en otra ciudad de la que "necesitaba tiempo para recuperarse", aclaró la mujer, quien prometió encontrarse con el holandés más adelante y darle las explicaciones convenientes.
