CIUDAD DE MÉXICO.- El Caballito y su pedestal sumarán 18 estudios de diagnóstico durante los próximos tres meses, entre ellos la inspección de grietas por ultrasonido, así como electrónicos in situ, metalográfico y de colorimetría.
La información que derive de estos, junto con la reunida por el equipo científico convocado en 2014 por el Fideicomiso del Centro Histórico (FCH), permitirán al INAH diseñar un proyecto de conservación y restauración, que se ejecutará a finales de año, informó la titular de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, Liliana Giorguli, quien conducirá las labores.
Los análisis (del FCH) no resultaron concluyentes y el documento que los contiene "no dio determinaciones precisas que pudieran derivar en la conservación del monumento", dijo la restauradora al explicar el proyecto del INAH durante una conferencia de prensa en el Museo Nacional de Arte.
Allí se informó que el Instituto recibió formalmente el resguardo del monumento histórico por parte del FCH para emprender los trabajos, sin que esto signifique que la Ciudad de México o fideicomiso pierdan la custodia de la escultura, parte del patrimonio de la Ciudad de México, aclaró la directora del Instituto, Teresa Franco.
En septiembre, cuando la estatua ecuestre de Carlos IV cumpla tres años de haber sido dañada con ácido nítrico, culminará la primera etapa, que además del diagnóstico considera la habilitación del área de trabajo y un registro gráfico, fotográfico y videográfico de la pieza y los procesos de intervención, apuntó Giorguli.
No estableció plazos para la conclusión de la segunda etapa, dedicada a la restauración, pues depende de los resultados de la primera, la cual también prevé limpiar la suciedad superficial tanto de la escultura como del pedestal, detalló Giorguli.
El FCH aportará 2 millones de pesos para la primera etapa, cuyos resultados serán evaluados por un grupo interdisciplinario del INAH, asesores nacionales honorarios y especialistas contratados.
En la segunda participarán, vía teleconferencia, consultores extranjeros, también honorarios, de países como España, Suiza, Cuba, Italia y Australia.
Durante la conferencia, Franco insistió en que los daños a la estatua ecuestre se provocaron en 2013 por limpiarla de manera indebida con ácido nítrico, sin autorización del INAH.
"Podríamos aprender de este error para crear una fortaleza. Estamos hablando de protocolos, de nuevos sistemas de protección, el tiempo es muy propicio para que entre todas las instituciones que nos toca cuidar el patrimonio lo hagamos de mejor manera y con la mejor de las fortalezas", puntualizó el director del FCH, Mariano Leyva.
