Desde el 6 de mayo, el Museo Textil de Oaxaca alberga la exposición “Almas Bordadas, vestido y ornamento en el Istmo de Tehuantepec”, la cual reúne una serie de trajes regionales de esa región oaxaqueña, y en la que se relata la vida, momentos y procesos de los trajes, los cuales parte de la vida diaria de la ‘tehuana’.
Esta exposición, en palabras de Rosa Pineda –curadora- explica la vida de la mujer istmeña, la cual transcurre en su casa, en el mercado, que es su espacio por excelencia al que se va a vender, a ver a las amigas y a dejarse ver, comprar y a enterarse de las buenas nuevas de la comunidad, pero también presente en las fiestas, funerales, bodas y bautizos.
A lo largo de Almas Bordadas, conocerás la vestimenta de la istmeña, con su huipil y con su enagua, ya que estos además de cubrirle el cuerpo, la significan haciéndola muy visible, puesto que ella ha hecho de su traje, el garante de identidad de la historia, pero sobre todo, de la cultura de estos pueblos.
Diversas variantes del traje encontraremos en Almas Bordadas. FOTO: Abdiel Velasco
Almas Bordadas, que estará abierta para todo el público hasta el 17 de septiembre, es una exposición en la que participaron la Casa de la Cultura de Juchitán, la Escuela Libre de Arte y Diseño de Oaxaca, y estudiantes de la Universidad Mesoamericana.
La istmeña
En palabras de Rosa Pineda Luna, curadora de esta exposición, describe que la tehuana o istmeña, es el nombre que se le da a las mujeres de esta región, no se sujeta a ningún parámetro de la moda occidental. Es ella misma quien crea su propia moda, con un código de color en donde entre el huipil (blusa) y la enagua (falda) predomina el contraste entre colores vivos, no habiendo reparo alguno en contrastar diversos colores, como el morado con el verde, o bien, usar telas estampadas.
Rosa Pineda Luna detalla que, para las fiestas, las istmeñas sacan telas lujosas con mucho adorno y con mucho brillo, "más es mejor", dicen ellas, quienes para los duelos o la iglesia, son discretas usando colores y telas obscuras. Dentro de su código de vestimenta, saben perfectamente qué usar y qué no usar para cada ocasión.
A lo largo de la exposición, te describirán cada traje a detalle. FOTO: Abdiel Velasco
Nuevos materiales
La concepción estética de su vestido no es impuesta, sino creación de ella misma, la cual no deja fuera la inclusión de nuevos materiales para uno de los trajes más bonitos del país. Ahora, las hermosas telas de algodón o seda que se usaban, ya se ven muy poco, sólo como reliquia familiar en algún traje.
Muchos trajes ahora emplean telas sintéticas: piel de ángel, piel de durazno, satén que imita el raso, la falla (flat), el glacé, el moiré, y el crespón que utilizaban en varios años atrás. Rosa Pineda también relata que puede verse el voile, y la batista imitando a la tan añorada muselina y, desde luego, el terciopelo, antes seda, después de artisela y ahora poliéster, que se sigue usando aun siendo la región tan calurosa, por considerarla una tela vistosa y elegante.
Los participantes
Santo Domingo Tehuantepec
San Blas Atempa
Juchitán de Zaragoza
Asunción Ixtaltepec
Villa Unión Hidalgo
Chicapa de Castro
Ixtepec
+De
Para la istmeña, el vestido es su forma de ser, de vivir y convivir. Es la imagen que ella construye para sí misma y que quiere proyectar para los demás. El vestido de la istmeña, o como se le conoce: "traje de tehuana", ha sufrido innumerables transformaciones, dado el carácter abierto, curioso y emprendedor que tienen estas mujeres que han asimilado las nuevas telas y materiales que llegan de fuera, pero siempre, adaptándolos a sus concepciones vestimentarias.
¿Sabías que?
En el Istmo de Tehuantepec, las mujeres tienen una presencia significativa debido, principalmente, a la elegancia y el orgullo con el que llevan su vestido, el cual es uno de los trajes más vistosos y atractivos de México.
