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Alebrijes San Blas: misticismo que rompe fronteras

Foto(s): Cortesía
Redacción

San Pedro Cajonos, Villa Alta.- Enclavado en la sierra norte de Oaxaca, en San Pedro Cajonos se respira magia pura. Aquí los hermanos Blas, con más de 30 años de experiencia en la elaboración de artesanías talladas en madera, se han dado a la tarea de compartir sus creencias y tradiciones zapotecas mediante la comercialización de sus creaciones, como una oportunidad para difundir y conservar su identidad cultural y artesanal.


Alebrijes San Blas, en San Pedro Cajonos, tiene toda una tradición. Al emprender su viaje a la Ciudad de Oaxaca, los hermanos Blas con la experiencia en el tallado de máscaras y la elaboración de morrales de Ixtle, empiezan a compartir su cultura, creencias y tradiciones, dando vida a la madera, a través de la elaboración de figuras fantásticas, plasmando en trozos de madera todo el folklore de la región.


Y todo surge a mil 800 metros sobre el nivel del mar, y bajo los sabios consejos de don Ezequiel Blas Velasco, el hombre que llama a los buenos espíritus para purificar el cuerpo, en conjunto con 16 familias han perfeccionado la técnica con paciencia, entrega y entusiasmo, produciendo un ejercicio artístico.
 


Origen


En el año de 1980 los hermanos Blas, David y Rogelio se dedicaban a labrar el campo, cosechaban lo que la madre tierra proveía para el sustento. Los hermanos Blas sabían aprovechar cada aspecto de lo que la tierra proveía y así también producían redes de la fibra de maguey, las que utilizaban en varias actividades cotidianas.


Sin embargo, la familia Blas ha tenido la tradición de aprovechar el Ixtle, una fibra natural procedente de la penca del maguey después de la extracción de sus jugos para la elaboración de mezcal, fibra que hilan y tiñen de forma artesanal con técnicas y productos únicos de San Pedro Cajonos.


Pero para las festividades del año de 1984, la vida dio un giro. David Blas, quien formaba parte del grupo juvenil comunitario, se dio a la tarea de tallar máscaras de madera de Zompantle y caracterizar a los jóvenes del grupo de danza “los negritos”, a quienes por problemas económicos se les complicaba la adquisición de estas máscaras en la comunidad de Villa Hidalgo Yalalag.
Desde esa fecha, para David Blas inició la tradición de trabajar la madera en la creación de máscaras, no sólo para su comunidad, si no para los pueblos vecinos que quedaban impresionados por la calidad de su trabajo.


 




Con estas obras de arte, ahora el reto es romper las barreras. FOTO: Abdiel Velasco Escudero

 


Personajes mágicos


Las manos de los hermanos Blas, son el puente para crear personajes mágicos. El resultado de esa interacción que se vuelve un deleite para los ojos, son animales tallados en madera, adornados con Ixtle, toda una creación de seres fantásticos que, hasta la fecha, han permitido que se reconozcan a los artesanos Blas como un grupo auténtico que plasma en madera toda la magia de sus tradiciones, creencias y folklore, dando vida y alma a sus creaciones.
 


A romper barreras


Como resultado de una tradición de más de 30 años en la elaboración de artesanías talladas en madera, quienes integran el colectivo Alebrijes San Blas, se ha dado a la tarea de compartir sus creencias y tradiciones zapotecas mediante la comercialización de sus creaciones, como una oportunidad para difundir y conservar su identidad cultural y artesanal.


Ahora, el objetivo es romper las barreras, a través de la comercialización de estas obras de arte a todo el mundo a través de la web. Paul Blas comenta que actualmente, exportan a diferentes partes del mundo principalmente a Estados Unidos y Canadá, lo que da como resultado el fortalecimiento de la identidad cultural comunitaria, y así contribuir directamente al desarrollo económico y social de sus familias y comunidades, para preservar sus tradiciones autóctonas y mejorar su calidad de vida.

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