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Roberto Devereux, una obra con contexto histórico

Foto(s): Cortesía
Redacción

El centenario teatro Macedonio Alcalá recibirá hoy a mediodía la transmisión vía satélite de la ópera de Gaetano Donizetti Roberot Devereux, desde la Metropolitan Opera House (Met), de Nueva York, que manda su señal en vivo a más de más de 60 países en el mundo.


Es justo y necesario reiterar que esta oportunidad se debe a la conjunción de voluntades, ejemplo de lo que puede lograrse para el beneficio de los oaxaqueños, de los mexicanos en general, y para avecindados y turistas. El gobierno del estado respondió en su momento a la demanda cultural, la Fundación Alfredo Harp Helú colaboró con gran entusiasmo y la dirección del teatro Macedonio Alcalá, a cargo Esteban San Juan, articuló con gran acierto las acciones que culminaron con el establecimiento de una oferta de alto nivel y que ya lleva cinco años entre nosotros.
Tal vez el nombre de la ópera no diga mucho al público en general; sin embargo si tenemos en cuenta que se trata de la obra del gran Gaetano Donizetti, resulta natural esperar un gran espectáculo desde todos punto de vista: orquestal (desde luego),  de la gran tradición belcantista, escenográfica y literaria, además de la propuesta dramática de la actuación.
Independientemente de los rasgos anteriores, es una obra que resulta una fuente muy atractiva para conocer algo de la historia de Inglaterra durante el reinado de Elizabeth y cuyo es el libreto de Camarano, basado a su vez la Historie secrete des amours d'Elisabeth et du comte d'Essex  (1787) escrita por Jacques Lescéne des Maisons.
Otros autores también se ocuparon del Conde Roberto como Thomas Corneille y como Gauthier de Costes. Se trata, pues, de un relato aproximado a los acontecimientos que tuvieron lugar a finales del siglo XVIII y que culminaron con la decapitación del Conde Robert Devereux, favorito de la reina, su amante para ser más preciso.
Puesto que Devereux gozaba del favor de la Reina, había recibido encomienda en Irlanda durante un conflicto armado, y habiendo convenido un tratado de paz motu proprio, sus enemigos le acusaron de traición, fue sometido a juicio y condenado a muerte.
Tuvo la oportunidad de salvarse por intervención de la Reina para lo cual debía enviar un anillo que ella le había dado para casos de extrema necesidad; pero aquí intervinieron elementos circunstanciales  que impidieron la entrega y Elizabeth se ve obligada a confirmar la sentencia.
La relación amorosa entre Devereux y Elizabeth se ve alterada porque el Conde estaba ya enamorado de otra mujer de la corte, esposa de otro noble, para completar el cuadro y en quien Devereux confía la entrega del anillo salvador. Sin embargo otras circunstancias impiden el acto y las consecuencias fatales no se hicieron esperar. A veces se piensa que tales tramas sólo se dan en las novelas, más en las cortes esas cosas eran moneda corriente (y barata, diría).
Ahora bien, Roberto Devereux era un personaje ilustrado y es necesario mencionar que era amigo de Francis Bacon, quien alguna vez fue considerado el verdadero autor de la obras atribuidas a Shakespeare. Bacon fue un gran humanista, escritor y filósofo, uno de los utopistas que siguieron la corriente renacentista.
Fue el autor de La Nueva Atlántida, obra que ha dado lugar a múltiples análisis por su propuesta ideal de una sociedad que garantizaría la felicidad de sus ciudadanos. Bacon y Devereux se tenían mutua consideración y se apoyaban en la corte. Cuando la Reina acepta enjuiciar a Conde Robert seguramente tuvo en cuenta la imparcialidad garantida de su amigo y le nombra para dirigir el juicio. Como en la política con mucha frecuencia pueden más los intereses que la justicia, el buen Devereux perderá la cabeza y dejará dos corazones heridos, como reza una canción: el uno pidiendo justicia, el otro pidiendo venganza.
En cuanto a la música, deberemos disfrutar de lo mejor del bel canto que Donizetti compuso, destacando el dueto de Sata y Roberto en el primer acto. Las emociones son magistralmente portadas por la música, como se comprueba en el rol de la soprano. Incluye dificultades técnicas excepcionales y sólo superadas por cantantes de primerísimo nivel. Estos rasgos configuran el romanticismo llevado al extremo del dramatismo paralelo a los extremos del registro de la soprano y sus notas sobreagudas.


El dato: La temporada del Met está llegando a su fin, esta será la penúltima función, para luego cerrar con Elektra, de Strauss, el 30 de abril.


¿Cuándo y dónde?
Sábado 16 de abril, 12 horas, teatro Macedonio Alcalá.

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