Desde este viernes el anuncio de la llegada de los fieles difuntos se sintió hasta en el frío aire que envolvió la ciudad; el olor a flor de cempasúchil, a copal y a chocolate molido bañan ya los pasillos de los mercados, mientras bellas calaveras y catrinas aguardan por su día desde adornados balcones.
El ánimo por celebrar a los que se nos adelantaron en el camnino deja atrás –por un momento– los rostros enfadados debido a las bajas ventas, y a una ciudadanía hostigada por las malas noticias. A partir de ahora, los días son de fiesta.
Panteones, mercados y el Centro Histórico se visten de alegría y color, al tiempo que los prestadores de servicios reciben con optimismo al visitante.
Jolgorio en la calle
La música de marimba, al fondo de un pasillo, ambienta la venta con motivo del Día de Muertos en el mercado Margarita Maza.
La llegada de los niños fallecidos, el próximo 31 de octubre, rompe con la pasividad del comercio, por lo que cientos de oaxaqueños iniciaron las compras por el Día de Todos los Santos; y ahí, en los pasillos del mercado de abasto, la fría mañana quedó atrás.
“¡De a dieeez, de a dieeez!” “¡Lléeevele, qué le damos!” “¡Le doy precio!”, grita un vendedor de caña, de mandarina, ocote, copal, mandarina, y hasta el de flores.
“De que se vende se vende; es temprano, apenas estamos arrancando”, asegura la vendedora de flores, que desde un puesto repleto de mercancía es optimista.
Maleta de flor de cempasúchil:
170 pesos
Maleta de confetillo:
Desde los 50 pesos a los 120 pesos
Manojo de confetillo:
10 pesos
El mercado está lleno, el ambiente es diferente, alegre; pero no falta a quien la suerte lo abandona; pero no es por falta de interés, sino por falta de dinero, pues la venta de guajolotes para el tradicional mole sigue parada. Éste año aún no surgen compradores del animal que se cotiza en mil 100 y mil 200 pesos.
Dulce andar
Mientras que la lucha por cruzar los corredores en el exterior de la central es cada vez más intensa, adentro, el ajetreo se da entre olor a pan de yema, chocolate y chile molido para el mole.
Como si fueran esculturas, los panes se exhiben por largos pasillos del Margarita Maza. De yema, de mantequilla, de pan amarillo, entre otros, éstas delicias detienen al transeúnte que pasa de tomar una probadita, a llevarse una monumental pieza.
Hay bolsas con 6 piezas, de a 35 pesos y hasta a los panes que alcanzan los 120 pesos la pieza. En el mercado hay de todo y para todos.
En tanto en el centro de la ciudad, las actividades en el panteón central –en donde se realizarán recorridos por el lugar– y en la calle de Gurrión y andador Macedonio Alcalá, las expoventas que dan muestra de las tradiciones oaxaqueñas ya esperan a los visitantes.
