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Indaga Maritza el erotismo femenino

Foto(s): Cortesía
Agencia Reforma

CIUDAD DE MÉXICO.- "El sometimiento es una trampa", sentencia Maritza M. Buendía, cuyo libro Tangos para Barbie y Ken indaga el erotismo femenino desde un personaje excesivo: Alondra.


"En toda relación amorosa, en mayor o menor medida, somos sometidos o sometemos, pero no siempre permanecemos en un único rol. Ese intercambiarse marca la complejidad del pensamiento erótico, la confusión. Así como la castidad es una de las perversiones más sutiles, el auténtico sometimiento es una trampa", argumenta la escritora.


Durante sus juegos con muñecas, la niña Alondra escenifica la relación de sus padres, en un esquema de madre esclavizada por el padre. Al crecer parece subvertir, en el terreno del erotismo, ese vínculo.


"A través de Alondra propongo la historia de una sobreabundancia, de un exceso, de un algo que sale desde una entraña en particular (la entraña del personaje) como un desbordarse, un tocar o un contaminar a su alrededor", explica la también ensayista, quien ganó con estos Tangos... el premio Gilberto Owen en 2012 y que ahora publica Textofilia.


"Creo que el cuerpo erotizado debe hacerse de los recursos necesarios para contagiar al mundo de su sentimiento: lleno de sí para llenar lo demás, y no sólo al objeto de su deseo, también a la materia; como si tuviera la facultad de transformar su entorno en un acto de creación constante: esa silla, esa mesa, ya no es cualquier silla ni cualquier mesa, es la silla y la mesa erotizada".


Esta obra híbrida -pueden leerse los cuentos individualmente o en conjunto como parte de una novela-, Buendía entrevera además el ensayo.


"Creo que moverme al mismo tiempo dentro del terreno del ensayo y de la narrativa me ha permitido pensar el amor y el erotismo como una pregunta en torno a la existencia: ¿Qué pasa por la mente del enamorado?, ¿cómo se conduce un cuerpo erotizado?, pregunta huidiza y sin respuesta a la que sólo puedo aproximarme a través de rodeos, de intentos, incluso de fracasos. El ensayo me concede crear hipótesis, argumentos y reflexiones; la narrativa me permite crear historias y personajes que dan vida a esas mismas ideas".


¿Te interesó en este libro explorar la sumisión femenina como posibilidad erótica?


Me interesa explorar lo femenino como posibilidad erótica y amorosa, como pregunta en torno al ser que busca responderse a través de la poesía, ese pliegue de mariposa que evidencia el sueño de Chuang Tzu, sumisión y dominación en un mismo personaje.


Alondra es la que mueve todo, la que dispone los escenarios a partir de sus juegos con las muñecas; la que proyecta incluso su entrega. No siempre sale bien librada, por supuesto. No creo que nadie pudiera salir bien librado.

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