Ayer se abrieron las puertas de la nueva sede de la 36 edición de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ) en el Parque Bicentenario. Tras 20 años de llevarse a cabo en las instalaciones del Centro Nacional de las Artes (Cenart) este encuentro que reúne a más de 25 mil asistentes por día, arrancó sus actividades en la delegación Miguel Hidalgo de la Ciudad de México.
En entrevista vía telefónica su directora, Paola Morán, habló de las apuestas y las nuevas búsquedas de esta feria: "el reto es muy grande, la feria por sí misma es un gran proyecto. El año pasado tuvimos poco más de 400 mil personas en un sólo día en el Cenart y se nos desbordó el cupo, la delegación ya no quería que dejáramos entrar a más público. Por ello uno de los pasos que dimos fue crecer con la feria y le apostamos a este espacio con un convenio intersecretarial".
Son cinco hectáreas de territorio nuevo, inexplorado. Un País de Nunca Jamás, la tierra de Narnia o el reino de Fantasía, lo que se quiera: todo se mira nuevo en los campos verdes del Parque Bicentenario, es lo que a los ojos de los niños, jóvenes y adultos sorprenderá al entrar.
Luego de dejar la sede del Cenart, que ya era una tradición, la única feria en el país organizada al cien por ciento por la Secretaría de Cultura federal tuvo que buscar este espacio, para tener más amplitud y abordar nuevos temas. Dentro de las novedades se le dio un lugar más importante a la ilustración y a espacios para las nuevas tendencias y para los jóvenes.
"La FILIJ está muy bien posiciónada y es sobre todo infantil, pero tenemos que abrirnos cada vez más a los jóvenes, que es lo que hicieron nuestros editores, además de que el mercado y nuestros expositores lo demandan. Cada vez más hay nuevos lectores, el famoso 'young reader' y que aquí muchos autores como Pancho Hinojosa, Antonio Malpica, Verónica Murguía que han brincado a él".
Desde ayer en el Parque Bicentenerio la propuesta de la FILIJ es jugar con la literatura, en estos mundos imaginados por la literatura, señaléticas monumentales, mapas enormes, recorridos sugeridos, duelos de hip hop y rap, así como talleres de skate. Finalmente, Paola Morán está cierta de que la literatura y la palabra van más allá de los libros.
Este año son 157 espacios para expositores, dos mil 300 casas editoriales, entre grandes y pequeñas, tratando de conquistar ese nuevo polo. Entre las novedades de esta 36 edición destaca la edición uno de la Jornada Internacional de Narradores Orales, que convocó a cuenta cuentos, talleristas y narradores de todo el país y el reciente Seminario Internacional de Ilustración, edición dos, que se realizó en el Centro de las Artes de San Agustín (CASA).
La literatura te pone en los zapatos del otro
Paola Morán recordó las palabras de Alicia Molina, autora de literatura infantil y juvenil, conocida por libros como: No me lo vas a creer y El agujero negro, quien dice que la literatura es una de las maneras más sutiles de ponerse en los zapatos del otro.
"Es muy importante en esta época ponernos en los zapatos del otro, saber, pensar e imaginar qué está pasando en el país, en los senos de violencia. Es importante como una medida anticorrupción incluso, porque en la medida en que uno piensa en el otro y en las necesidades del otro, en esa medida pensaremos que no tenemos por qué quitar o llevarnos lo que no nos pertenece".
La 36 FILIJ continuará hasta el 21 de noviembre. En esta edición la feria creció en el 201 por ciento en sellos editoriales, 210 por ciento en visitas escolares, 65 por ciento en presentaciones de libros, 43 por ciento en actividades artísticas y 33 por ciento en número de exposiciones.
Así lo dijo:
"La literatura ayuda para sentarte en los zapatos del otro para tener estas empatías con el otro, que es algo muy necesario en nuestro país" Paola Morán, directora del a FILIJ.
