SAN PEDRO POCHUTLA.- Con montañas de basura inundando las principales calles del centro de la ciudad, un desorden vial por falta de semáforos que funcionen, ausencia de espacios peatonales por la aglomeración y el caos que prevalece ante la proliferación de ambulantes, y por si fuera poco, un panteón descuidado y disfuncional por el sobrecupo, así reciben los pochutlecos un peculiar y casi espectral Día de Muertos.
Imbuidos por la llegada de una de las festividades que genera mayor devoción en el lugar, y a pesar de la evidente crisis en la economía familiar, pobladores se preparan para la tradicional convivencia con sus muertos, y en contraste, se enfrentan como ciudadanos al desgobierno y la apatía de autoridades, a quienes, a dos meses de concluir su mandato, parece ya no importarles el buen funcionamiento de servicios básicos ni la armonía en las calles.
En ruinas, servicio de limpia
Con el pretexto de que les han hurtado o dañado “misteriosamente” unidades de recolección, el edil Raymundo Carmona Laredo y su cabildo han evadido prestar desde hace por lo menos un año adecuadamente el servicio de limpia, y durante los casi tres años de administración evitaron la compra y/o gestión de camiones recolectores que pudieran suplir las carencias y regularizar la prestación del servicio.
Con muy poco personal en todas las áreas (de contar con más de 300 empleados al inicio de gobierno, ahora sólo laboran alrededor de 40) y camiones en pésimas condiciones que constantemente se descomponen o no funcionan, la recolección de basura en el casco poblacional y buena parte de colonias y comunidades circunvecinas, pasa por uno de sus peores momentos y ello se refleja en la constante presencia de montículos de desechos en calles y avenidas.
Edil presume en redes; Pochutla, un caos
Mientras el edil Carmona Laredo presume su bonanza a través de redes sociales con fotos donde se muestra en lujosos hoteles y restaurantes, para habitantes y turistas se ha convertido en toda una hazaña transitar por las calles sin sobresaltos.
Entre puestos de todo tipo, reducidas y casi siempre obstruidas banquetas, calles maltrechas y vialidades saturadas e inseguras por falta de semáforos en funcionamiento, la avenida principal Lázaro Cárdenas y las alternas Constitución, Avillas, Progreso, 5 de Mayo y Venustiano Carranza, entre otras, se vuelven toda una afrenta para el peatón cotidiano.
La romería más larga de la historia
A pesar de que cada año se instala una tradicional romería por la temporada de fieles difuntos, que ocupa al menos tres céntricas calles, este 2016, debido a los atrasos en la reconstrucción del mercado El Calvario y a la falta de acuerdos entre autoridades y comerciantes, los puestos han permanecido en el centro desde hace por lo menos seis meses.
Panteón municipal, un sueño imposible
Aunque desde hace casi una década, pobladores han evidenciado la necesidad de construir un nuevo cementerio municipal dado el sobrecupo que prevalece en el que se ubica en la parte norte de la ciudad, tres gobiernos distintos se han negado a escuchar el reclamo.
La actual administración no ha sido la excepción. Teniendo como regla no escrita, evitar gastos en servicios municipales, seguridad (rubro para el que llegan 24 millones anuales a través de recursos del Fondo 4) y adquisición de inmuebles para el beneficio de la comunidad; la idea de edificar un nuevo panteón se desvaneció para los pochutlecos desde hace ya varios meses.
Así, se espera que la celebración del Día de Muertos para quienes aquí habitan se realice nuevamente entre congestionamientos e incomodidades dentro del único panteón municipal del casco poblacional, donde los muertos ya no caben, mientras para muchos “los gobernantes se pasan de vivos”.
