Oaxaca de Juárez.- Curioso durante la entrevista a Toledo, el niño a quien se vio pasear de la mano del maestro este lunes por el Centro Histórico, se paró del lado derecho del pintor para escuchar.
De lentes y sonrisa tímida, el pequeño observaba absorto a Toledo. “¿Quién es?”, le preguntaron, y mirando al niño alza sus hombros y responde: “No sé”, al tiempo que avienta una risa socarrona, mientras el niño se sorprende de la respuesta.
La escena de la fotografía en la que el niño abraza al maestro es cotidiana dentro de las paredes del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO); en donde el maestro llega todos los días y el niño hace compañía a su madre, trabajadora del lugar.
"Nos hemos hecho amigos", confesó el pintor tras la entrevista con los medios en el IAGO.
Con especial armonía en su rostro, Toledo, sereno, detalló que el niño es uno de sus becados y presume que también es un artista, pues ya elabora piezas en barro.
Sin separarse de él, el hombrecito se mueve a donde va Toledo. Discreto, breve y orgulloso, el “chamaco” reconoce que a veces el artista le da clases porque es su cuate.
