MONTERREY, Nuevo León.- El día que callaron 2 mil 996 voces, cuyo horror siguieron miles de millones de personas en tiempo real, es una jornada que, a década y media, sigue guardada en la memoria de quienes la observaron.
Desde las 8:46 horas, cuando el primero de cuatro aviones secuestrados chocó contra la Torre Norte del World Trade Center, en Manhattan, los ojos del mundo y de la comunidad artística voltearon a ver la apertura de una herida que no ha terminado de cicatrizar.
Pero incluso tragedias como ésta pueden inspirar creaciones artísticas.
A 15 años de los ataques del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos, las manifestaciones artísticas surgidas a raíz de estos atentados permiten dimensionar el peso de este oscuro episodio de la historia mundial.
Desde las notas musicales de Steve Reich, que plasman la experiencia de los testigos del suceso, hasta el célebre tributo de luz que año con año recuerdan las caídas Torres Gemelas, el arte se hace presente para mantener vivo el recuerdo, no para provocar dolor, sino para sanarlo.
Música de concierto
'WTC 9/11', de Steve Reich
Las melodías del cuarteto de cuerdas combinadas con las voces de quienes rememoran la tragedia dieron como resultado una elegía a las víctimas del 11 de septiembre creada por el compositor minimalista estadounidense Steve Reich.
Estrenada por el Cuarteto Kronos en el 2011, para conmemorar el décimo aniversario de los atentados, la pieza de poco más de 15 minutos incorpora un ensamble instrumental en vivo que toca sobre voces grabadas.
Reich, oriundo de Nueva York, utilizó voces de bomberos y monitores de tráfico aéreo grabados durante los ataques, así como extractos de entrevistas realizadas en el 2010 a amigos y vecinos suyos que estuvieron ese día en Manhattan y atestiguaron los ataques.
A lo largo de la pieza, los instrumentos siguen la melodía que crean las frases de los entrevistados, lo que permite a los músicos acentuar el tono de las voces, muchas todavía con tintes de asombro a casi una década del suceso.
La obra fue polémica no por su partitura, sino por la portada de su primera producción discográfica, donde aparecía la imagen del avión a punto de chocar la segunda torre; ante críticas, fue cambiada a una imagen menos evidente, una fotografía del humo y polvo resultante del impacto.
Ópera
'Between Worlds', de Tansy Davies
Una mirada al interior de una de los edificios del World Trade Center y hacia quienes se encontraban ahí el fatídico día de su caída, presenta la ópera "Between Worlds" de la compositora británica Tansy Davies.
Estrenada en abril del año pasado por la Ópera Nacional Inglesa, la puesta en escena con libreto de Nick Drake retrata a distintos personajes, entre ellos un conserje, un empresario y algunos profesionistas, quienes de un momento a otro deben afrontarse a su muerte inminente.
De lenguaje contemporáneo y con escenografía que presenta cómo pudo haberse visto el ataque desde dentro de las torres, la ópera para 33 cantantes y 35 músicos busca mostrar la belleza humana aun en las situaciones más devastadoras, señaló la compositora en un video de la compañía operística.
"Hay mucha oscuridad, pero también hay luz", dijo, "y lo que yo intento hacer es convertir algo muy complejo en algo sanador y bello".
Escultura
'Tumbling Woman', de Eric Fischl
Después de que impactara la primera aeronave en la Torre Norte del World Trade Center, se comenzó a ver la caída de lo que testigos inicialmente creyeron era escombro, pero en realidad eran personas que saltaban de los edificios por no tener otra salida.
Las cientos de víctimas que perdieron la vida de esta manera, inspiraron la pieza "Tumbling Woman", escultura de bronce que muestra una mujer de tamaño real en posición de caída libre y representa a una de las personas que saltaron de alguno de los edificios.
Cuando fue instalada por primera vez en el 2002 en el Rockefeller Center de Nueva York, la obra fue considerada inquietante por muchos espectadores, lo que llevó a que se cubriera y retirara de ese recinto.
Sin embargo, actualmente es una imagen representativa de las víctimas y está expuesta en el Museo y Memorial del 11 de septiembre.
Cabe destacar que la oficina forense neoyorquina registró la causa de muerte de todos quienes se lanzaron de lo alto de las Torres como fallecimientos por trauma y no como suicidios, pues fueron considerados actos de desesperación sin voluntad de quitarse la vida.
