SAN PABLO GÜILÁ, Santiago Matatlán.- Desde tiempos inmemoriales, Las Salinas de San Pablo Güilá han causado el asombro de sus habitantes; aunque no cuentan con el apoyo de la Secretaría de Turismo y Desarrollo Económico (STYDE) para poder detonar este sitio como un espacio de recreación y un atractivo natural, los jóvenes han tomado la batuta para lograr que su comunidad de origen logre posicionarse como un lugar similar a Hierve el Agua.
Se trata de un nacimiento de agua sulfurosa y salina, formaciones rocosas por los escurrimientos del agua y dos albercas de agua dulce, que son alimentadas por pozos naturales que se encuentran en su alrededor.
Jóvenes emprendedores
Nereyda Hernández, Giovana Gisela Santiago Hernández, Marisol Hernández Hernández, Benjamín Pérez Santiago y Celeste Gómez Pérez, pasantes y estudiantes de la licenciatura en Administración de Empresas, Contabilidad y Derecho en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO),respectivamente, trabajan en la implementación de proyectos productivos y en la concientización entre los lugareños para el cuidado de este sitio. Labor que realizan para apoyar a la comunidad, con la anuencia de las autoridades. "Se trata de una forma de apoyar a la población en la preservación y rescate de sus recursos naturales", indicaron.
Este grupo de mujeres se acercó a la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), intancia ante la que incertaron proyectos que de aprobarse serán destinados entre sus habitantes.
"Nosotros solo somos un grupo de jóvenes y pobladores interesados por nuestro pueblo, sabemos que con el apoyo de todos podemos hacer que Las Salinas sean un recurso natural sustentable para la comunidad", puntualizaron.
Al rescate del edén
Rodeado entre árboles de chamizo y huizache, el estanque natural de agua carbonatada está en calma. Por la temporada de calor y de sequía el escurrimiento de agua es mínimo, incluso el nivel del agua ha bajado hasta un 30 por ciento. Ahí, en medio de esa pasividad que se antoja para descansar, Las Salinas de Güilá ofrecen a los visitantes un sitio ideal para descansar y disfrutar de la grata compañía de la familia.
Aunque no siempre ha permanecido en buen estado, desde hace dos años, vecinos de Güilá, integrantes de la agrupación “Fortaleza Organizativa de Mujeres Incluyentes con Identidad” (FOMII), sus familias y las autoridades de bienes comunales se han dedicado a limpiar el estanque de agua salina y sus alrededores.
Aunque ya se culminó con la construcción del parador turístico y se adecuaron unas bancas para descansar, es necesario que los visitantes lleven sus propios alimentos, pues en el lugar no hay venta de comida.
Por las mañanas, en este sitio el agua llega a tener un color azul casi turquesa. En algunas de las formaciones rocosas del interior de la fosa, el líquido tiende a burbujear por la efervescencia de la sal y el sulfato.
Conforme el sol alcanza su máxima expresión, el agua se convierte en un espejo de serenidad.
La oposición
Autoridades municipales señalan que el impulso de este sitio como un destino turístico se debe a un conflicto con 20 pobladores que tienen tierras aledañas a Las Salinas; se trata de lugares que no cuentan con escrituras de su posesión.
"Se tienen que arreglar este tipo de detalles para que la CDI nos apruebe el proyecto que se quiere implementar para esta zona", indicaron.
Además de la detonación de empleos y economía para los pobladores del lugar, la ejecución del proyecto del parque ecoturístico de la comunidad contemplaría la construcción de una represa que abastecería a las rancherías de San Pablo y a la agencia municipal.
El FOMII
Además de este proyecto, la Asociación Civil “Fortaleza Organizativa de Mujeres Incluyentes con Identidad” (FOMII), trabaja con jóvenes de la comunidad con quienes a futuro les gustaría realizar talleres de equidad y género, siempre contribuyendo a los beneficios de su comunidad.
Como una forma de continuar apoyando a su comunidad, están implementando una panadería y una granja avícola.
San Pablo Güilá
Esta comunidad es una agencia municipal perteneciente a Santiago Matatlán, ubicada a 59 kilómetros al oriente de la capital oaxaqueña; colinda con los municipios de Tlacolula de Matamoros, San Dionisio Ocotepec, San Lucas Quiaviní, San Bartolomé Quialana y San Baltazar Chichicapam. Está situado a 1,770 metros de altura sobre el nivel del mar. Corresponde al distrito de Tlacolula.
Milenario
Los habitantes señalan que la formación rocosa de este lugar tiene antecedentes prehistóricos. De igual manera, el nacimiento de agua sulfurosa data de tiempos inmemoriales.
"Este proyecto ecoturístico detonaría la economía de los lugares y pondría el nombre de nuestra comunidad en los sitios de interés turístico mundial, como sucede con Hierve el Agua", Nereyda Hernández Hernández, presidenta del FOMII
Reserva ecológica
La zona es de fácil acceso y está rodeada de un paisaje que también debe ser considerado como área de reserva ecológica, pues comparte similares características con la flora y fauna del área natural protegida de Mitla-Yagul-Tlacolula.
Las salinas
San Pablo Güilá cuenta con un tipo de suelo que pertenece a la clasificación del luvisol crómico; el término "salino" se aplica a suelos que presentan costras blancas de sal en su superficie.
Uno de estos lugares son las aguas carbonatadas del paraje Las Salinas, las cuales nacen a escasos 500 metros de las inmediaciones de la población, siendo el principal venero una pequeña laguna de 25 metros de diámetro por 40 centímetros de profundidad, así como de dos veneros de 2 metros de diámetro cada uno.
