Las piezas conocidas como padrecitos –hechos con papel y cabezas de garbanzo–, que sobre sus hombres cargan al muerto en su ataúd, y las calaveras de barro con cabellos de algodón, poco a poco dicen adiós a la celebración de Todos Santos.
De los más de 20 puestos que vendían estas artesanías –tradiciones en los altares oaxaqueños desde hace medio siglo– hoy sólo queda uno. Doña María Jiménez, recuerda que hace unos 20 años los pasillos se engalanaban con estas obras.
La única heredera de la tradición, de la tercera generación de artesanos de estas piezas, la mujer expresa su tristeza por el abandono de esta tradición de parte del resto de sus compañeros, quienes no resistieron a la competencia de las piezas de plástico y otros materiales más baratos.
Desde su puesto en el mercado de abasto, en medio de decenas de puestos que enaltecen la fiesta de halloween, la artesana se esmera en las últimas piezas que venderá este año. Con cuidado coloca la cabellera blanca de algodón de las calaveras de barro. Y los padrecitos engalanados con largas sotanas esperan a los compradores en aquel escondido puesto.
“Cada pieza es hecha y además de color, llevan cariño y todo una vida de recuerdos, de cuando niña veía a mi abuela trabajarlas y a mi madre que me enseñó a hacerlas”, indica la mujer, quien a su vez asegurá que su hijo ya no está interesado en preservar esta casi extinta tradición.
Es por eso que la artesana dice que las elaborá hasta cuando las posibilidades se lo permitan; “Mientras pueda y se vendan, pues las seguiré haciendo”, expresa con melancolía, pues ya casi nadie las valora.
“Me regateán mucho para compra una pieza, las calaveritas las vendo en 25 pesos, pero a veces se las quieren llevar en 15 pesos”, detalla al tiempo que aprecia con amor las artesanías recién hechas.
Reconoce que las ventas van en caída cada año, por eso apenas elaboró 100 piezas en total, cuando su madre se preparaba con unas 300, las que empezaba a realizar desde el mes de marzo.
Doña Mari exhortó a los oaxqueños a preservar las tradiciones en la medida de los posible, lo cual ayudaría a los artesanos de la entidad.
