David Martínez se quedó llorando frente a la milpa. El estiaje se encargó de chupar el campo. Nada quedó de su siembra. Parado frente a toda esa congoja, un pensamiento atravesó su cabeza. ¿Qué pasará con el árbol del Tule? El gigante frente a la sequía.
A ciencia cierta, no se sabe qué cantidad de agua requiere para sobrevivir, lo que es cierto -explica- es que en este año una de las dos presas que alimenta al ahuehuete más grande del mundo -44 metros de circunferencia y 42 metros de altura-, se secó.
“El agua se está escaseando en una forma muy fuerte. Tenemos que buscar la manera de alimentar a nuestro árbol”.
David es uno de los pobladores de mayor edad, pero también de gran conocimiento de la historia de Santa María el Tule.
Ahora también uno de los fundadores de Nahuales Captadores de Agua, agrupación creada recientemente para impulsar acciones de recarga a los mantos freáticos que alimentan al milenario ahuehuete, declarado en 2003 Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas (Unesco).
#Video | 🌲Ante la crisis hídrica en el estado de #Oaxaca, varios municipios se han visto afectados, Santa María del Tule no es la excepción, dónde se teme por la salud del emblemático Árbol del Tule.
📷 Citlalli López. pic.twitter.com/AZhcA6akES— Noticias Oaxaca NVI (@nvinoticiasoax) March 28, 2024
“El día que el árbol se seque, ese día desaparece El Tule del mapa, pero es nuestra responsabilidad como seres humanos que vivimos cerca de este grandioso árbol. Nos van a culpar a nosotros porque vamos ser ricos en dinero, pero sin agua y sin árbol. Tenemos que ser muy conscientes de la sequía”.
Los ahuehuetes requieren de gran cantidad de agua para vivir. Para abastecerse El Tule cuenta con un pozo subterráneo que lo alimenta a través de sus raíces, sin embargo, debido a la sequía éste se encuentra en un 20 por ciento de su nivel, uno de los más bajos, de acuerdo con el regidor de turismo, René Martínez Cruz.
Otra fuente indirecta de abasto es la presa La Rosita ubicada en la población de Santo Domingo Tomaltepec, aproximadamente a unos siete kilómetros de distancia del árbol. Ésta se secó hace un mes.
El Tule, el árbol de la vida
Sentado bajo la sombra de los árboles que aún resisten a la sequía, David Martínez explica desde su propia infancia la importancia que tiene el árbol del Tule en la vida de sus habitantes. El hombre entrado en años desmenuza parte de sus recuerdos y se observa descalzo jugando alrededor del Tule.
“Donde hoy es el municipio ahí fue la primera escuela en 1946, se le puso por nombre Vicente Guerrero. Para nosotros en el recreo era todo el patio. Podíamos jugar con el árbol. Para mi fue algo hermoso esa vivencia (…) El árbol vio crecer a mi papá, lo vio niño, lo vio anciano. Ahí me llevaron en brazos para que me bautizaran, llevé de la mano a mi esposa para que ahí nos casáramos en la iglesia, el árbol fue testigo y seguramente será testigo cuando ya me lleven al panteón. Es un testigo del tiempo, ha visto las revoluciones, cataclismos, la tempestad, granizadas y ahí esta él. Tenerlo en nuestra tierra zapoteca es una bendición”.
Para poder rodear el árbol se necesitan 30 personas agarradas de las manos, se calcula que tiene más de 2 mil años y un peso de 636 toneladas. Sobre el árbol hay muchas leyendas, una de ellas, explica David, es que fue considerado el árbol de la vida y que fue determinante en la construcción de dos grandes ciudades, hoy zonas arqueológicas: Mitla y Monte Albán, la primera en donde nace el sol y la segunda en donde se oculta. “El árbol en medio de esos dos enigmas es el atardecer del ser humano y el despertar en otro lindero”.
Otra leyenda sobre el origen del árbol del Tule apunta a que fue plantado por un sacerdote zapoteca en honor a Ehécatl, “Dios del Viento”. Aunque también se cree que nació del bastón que el Rey Condoy enterró en un pantano en donde se paró a descansar tras su regreso de Mitla.
Debido a su tamaño y años de vida, el Tule fue declarado Árbol Nacional en 1921 y Árbol Histórico de Oaxaca en 1944, en 2003 fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco para su conservación y preservación.
Nahuales cantadores de agua
Los pies de David Martínez susurran sus pasos sobre la tierra seca. El sol se desploma ahogando toda gota de aire. A lo lejos se observan estériles los campos de cultivos. “Sembré dos veces acá. Venían las lluvias, se ponían verdecitas un rato, después se secaban y se ponían como cebollitas. Se fue, se perdió totalmente. Le decía a mi esposa: me da tristeza ir al campo”.
Su tristeza es real, se refleja en los ojos llorosos. Pero para David, llorar fue un paso para tomar acción y ser impulsor de Nahuales Captadores del Agua. Su finalidad es realizar acciones para recargar los mantos freáticos en la localidad y asegurar la existencia del sabino.
“Tenemos que cuidar para conservar los mantos freáticos, permear la tierra porque esta muy seca, muy árida. Todo inició con Isidoro, una vez platicando vimos que teníamos la misma inquietud. En octubre fue esa plática. Los dos empezamos a buscar gente, al domingo siguiente hicimos nuestra primera reunión”.
El paso siguiente fue conocer proyectos exitosos de captación y retención de agua. Se desplazaron a Santa Cruz Papalutla para conocer su experiencia exitosa en captación de agua. La información recabada fue planteada a la autoridad municipal y a la comunal con una propuesta de trabajos concretos. Después llevada a asamblea y aprobada por la población.
El domingo 24 de marzo hicieron el recorrido por las áreas en donde se va a trabajar en la captación de agua, uno de estos el arroyo ubicado en el paraje El Limonar. La idea es que el agua que se capte sea utilizada para recargar los mantos freáticos no para uso agrícola.
“Es nuestra obligación como seres humanos, que también tenemos nuestro ciclo de nacer, vivir y morir, también tenemos esa necesidad de aportar en algo a nuestra humanidad y a ese ser vivo porque la sequedad lo está perjudicando”.
“El agua se está escaseando en una forma muy fuerte. Tenemos que buscar la manera de alimentar a nuestro árbol”.
David Martínez
Nahuales Captadores de Agua
Emblema de Oaxaca
1921 el Tule fue declarado Árbol Nacional.
1944 fue declarado Árbol Histórico de Oaxaca.
2003 fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco para su conservación y preservación.
44 metros de circunferencia tiene el ahuehuete.
42 metros de altura.
