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ÁNGELES Y PALABRAS: Todos somos uno

Estatua de ángel
Foto(s): Cortesía
Luis Ángel Márquez

Isela Sedano

 

Los ángeles nos dan la Luz que irradian a través de las nociones de la responsabilidad, de la sabiduría y del karma; nos enseñan a comprometernos con la responsabilidad y a tomarla en otro nivel, en otra escala de valores.

Nos dicen que nuestra primera responsabilidad es ser responsables con la energía de Dios que integramos en nosotros para después devolverla; nos piden que no tomemos esta noción como una carga, sino como una fracción indisoluble de nuestra vida, la cual no está aislada sino unida sobre todo a las vidas que nos rodean.

No podemos decir que nos vamos a una isla desierta sin ver a nadie; si una vida sufre, sufren las demás; una vida que muere mata a las otras; cuando uno solo de nosotros integra una experiencia de vida, todos los seres de la tierra la integran en el inconsciente colectivo.

Así se restituyen los niveles de conciencia, a través de las experiencias que  a veces incluso ni siquiera sabemos que pasamos; la vida es portadora de un papel que consiste en ser e irradiar alegría y Luz; por la fuerza de la Luz, da la posibilidad que otros vivan lo mismo.

¿No es función del sol dar felicidad siendo portador de la alegría de vivir y permitiéndonos recuperar nuestras fuerzas cuando aparece?

¿La función del fin de un ciclo que recuerda una alma no lleva en sí mismo su propio renacimiento que consiste en hacer que nazca una nueva alma?

¿Una flor que muere no lleva en ella  la promesa del brote de otra?

Nuestra responsabilidad es aceptar los ciclos por lo que son y por las modificaciones que nos brindan; debemos aceptar la vida tal como se nos propone ahora; no es una carga, sino un maravilloso regalo; nuestra responsabilidad hacia la vida es la vida misma, debemos aprender a amarla, respetarla, emprenderla y seguir su ciclo renovado sin cesar y eternamente; nuestra responsabilidad consiste en acogerla y aceptarla, entonces todo se vuelve más simple.

No olvidemos que elegimos libremente nuestro programa de vida antes de encarnar y su nivel de experimentación; entonces, cada uno de nosotros recibió sus responsabilidades en el nivel que le corresponde; no se nos da más de lo que podemos asumir, porque al mismo tiempo se nos da las capacidades y los medios para vivir, generar y experimentar estas energías.

Así, el primer compromiso que asumimos es el acto de nacer, aceptamos todo lo que es la responsabilidad de la vida; entonces, dejemos de luchar permanentemente con las decisiones que admitimos al nacer; los ángeles nos muestran nuestro compromiso con Dios, con la Luz y con nuestra alma; son los guardianes de la vida y nos preparan para que veamos los sucesos que no están adecuados en nuestras vidas y nos impulsan a ser guardianes de nuestra propia vida.

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