Isela Sedano
Los ángeles nos dan la energía para el reencuentro con el Plano Divino y los medios para entrar a éste y encontramos en él al alquimista, al mago, al iluminado, a todos aquellos que con diferentes herramientas abrieron las puertas para encontrar la Luz de Dios; por ese motivo, ellos nos inspiran para que recuperemos los conocimientos del pasado para que los devolvamos a la Luz.
En primer lugar, permiten que nos conectemos con nuestros recuerdos para lanzarnos con pleno conocimiento a un camino de iluminación, sin que olvidemos que en la obscuridad y la Luz se utilizan casi las mismas Leyes; entonces, los ángeles nos enfrentan a nuestra memoria, permitiendo que recuperemos el conocimiento del pasado y nos hagamos la siguiente pregunta: ¿qué escoges?; ¿de qué lado tomas la decisión de dirigir tus pasos? ¿En la oscuridad o en la Luz?
Entonces, ellos nos inspiran y nos ayudan a salir de las culpas del pasado sin negar la riqueza de la experiencia; permiten que encontremos las herramientas, las mejoremos, las cambiemos y las transformemos, porque hoy ya no es ayer; la vibración cambió y las herramientas de ayer deben adaptarse a la energía de hoy, aunque el camino a la Luz y el Regreso al Padre siempre son y serán los mismos.
Los ángeles nos inspiran, nos guían y trazan nuestro camino de regreso al Padre; nos dan confianza en nosotros mismos, en nuestra alma y en nuestra Luz interior; calman nuestros temores y nuestras dudas, y nos enseñan la diferencia en el camino de la oscuridad y la Luz; nos enseñan que existen nuevos pensamientos y una nueva mirada para estas dualidades, porque ya no trabajamos ni vemos igual las herramientas.
Los ángeles están aquí para que olvidemos nuestros temores, para que procuremos que no existan y sepamos que en gran medida estamos unidos a la oscuridad por ellos; cuando descubrimos que los temores no necesitan de la oscuridad, es cuando nos libramos definitivamente del pasado.
Los ángeles permiten que encontremos la posición favorable en cada cosa, en cada acto, en cada situación o en cada palabra; así no estamos en la crítica, la intolerancia, la manipulación o la mentira. Dejan que encontremos siempre el equilibrio perfecto entre Dios y los hombres; así encontraremos nuestra calidad de humanos que consiste en estar unidos a las estrellas, a las Leyes de Dios y a las energías de Luz, permitiendo que seamos un puente de Luz, que retrasmite la Luz de Dios y que le enseña a la tierra su Luz.
Los ángeles nos enseñan también nuestras polaridades en un contexto de Unidad, permitiendo que nos comprendamos más y conozcamos mejor las polaridades, cielo y tierra, oscuridad y Luz, para que siempre avancemos a la energía de la unidad. Al depurar nuestro Ser y al dejar esta bipolaridad, entendemos mejor a todos y que las puertas de la eternidad pueden abrirse a nosotros; nos dan la clave de la Luz y de su elevado significado.
Los ángeles son grandes instructores que dejan que entremos a nuestro Ser más profundo y descubramos los hechos históricos elevados que llevan a la luz para que recibamos poderosas indicaciones sobre los descubrimientos de las civilizaciones. Nos impulsan a editar estas transformaciones para abrir los espíritus a nuevos puntos de vista, cambiando así la acción actual de la evolución.
