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Curan con apiterapia en Puerto Escondido

Foto(s): Cortesía
Redacción

PUERTO ESCONDIDO, Oaxaca.- “Gracias a las abejitas y a Dios que me ayudó, libré la cirugía de ovarios”, comentó doña Rosita, de 58 años de edad, en su visita mensual a Juan Ramírez García, apicultor de San Gabriel Mixtepec, que comparte sus conocimientos de apiterapia en esta ciudad, desde hace cuatro años.


“Me doy mi tiempo martes y sábados para venir aquí, saco lo de mi pasaje, lo de mi almuerzo, como quien dice, saco algo de mi día y aparte de eso, ayudo a las personas con este tratamiento”, indicó el apicultor, que realiza esta actividad por motivos más altruistas que comerciales. La cuota que percibe es de 50 pesos por persona, pero a unos les regala la sesión y otros le agradecen con alimentos o en especie.


Don Juan maneja una técnica singular: ayudado con una pinza, retira hábilmente el cuerpo de las obreras desde el aguijón, manteniéndolas con vida. Al acudir por primera vez realiza una prueba entre el hombro y el cuello; si no presenta reacción alérgica, aplica algunos piquetes en zonas específicas del cuerpo, según el tipo de dolencia.


Su conexión con esta ciudad surgió al tratar al dueño de un hotel pionero en Zicatela y desde entonces surgió la posibilidad de ofrecer a más personas sus servicios. Esta terapia emplea el veneno que inoculan las obreras hembras, la apitoxina, expresó don Juan, que se inició de manera autodidacta.


Diversas publicaciones coinciden en que las propiedades fundamentales de la apitoxina o apitoxiterapia, como también se le conoce, serían: antiinflamatorias, analgésica, hipotensora, vasomotra e inmunoestimulante. Don Juan recibe a personas de distintas edades y con dolencias diferentes, entre estos a varios deportistas lesionados.


Doña Rosita contó que le habían diagnosticado cáncer hace tres años; supo que dos mujeres con diagnósticos similares habían probado este tratamiento y decidió comprobarlo; al no presentar reacciones adversas, acudió religiosamente cada semana, durante un año.


La paciente atribuye a las abejitas el hecho de haber evitado una cirugía y quiso compartir su testimonio para que otras mujeres sepan que existen alternativas naturales junto con los tratamientos médicos. Afirma que el piquete ”sí se soporta”, ella lo ha recibido en zonas sensibles de su cuerpo, como vientre y pechos.

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