El mes de la Guelaguetza ha terminado y varios proyectos que se realizaron para estas fechas también lo harán. Tal es el caso de la Ciclovía Guelaguetza, que fue concebida para conectar el centro de la ciudad con el Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca solamente durante las fiestas.
Este proyecto, en el que participaron distintas dependencias municipales, estatales y colectivos de ciclistas, fue pensado para promover el uso de transportes más amigables con el medio ambiente y que permitiera una mejor movilidad durante el mes de julio.
Esta ruta ciclista consta de 9.4 kilómetros e inicia en el Museo Infantil de Oaxaca pasando por lugares como el Centro Cultural San Pablo, la Plaza de la Danza, el Archivo General, la Casa de la Ciudad, el Jardín Labastida y el Panteón General, entre otros.
Sin embargo, la falta de una campaña de concientización provocó que desde el comienzo de su operación los automovilistas no la respetaran, además de que la delimitación ya comenzó a despintarse debido a que no usaron materiales adecuados.
Incluso, el futuro de este proyecto, que los ciclistas ven como un avance en la cultura vial de la ciudad, es incierto, pues ni la Policía Vial tiene conocimiento del asunto.
Qué opinan los usuarios
Leonel García, ciclista que todos los días utiliza esta vía de la calle Independencia, afirma que estos proyectos solo funcionan si no hay muchos automóviles, pues algunos choferes no tienen la educación vial para respetar el carril.
Incluso, usuarios han expresado su deseo de que esta ciclovía continúe y se haga más larga, como es caso de Pascal Rastoul, quien considera que sería apropiado que se conectaran más colonias y municipios de la ciudad por este medio.
Por su parte, Yamil Márquez, del colectivo Vixi Escuela, afirma que las autoridades correspondientes necesitan estar más informadas para que este proyecto funcione de manera correcta.
Las ciclovías necesitan un ancho de 1.2 metros, pero algunos carriles que se trazaron para la Guelaguetza miden apenas 70 centímetros. “Incluso, hicieron uno sobre la calle Morelos que medía 40 centímetros y después lo pintaron de negro para hacerla más ancha”, dice Yamil.
Además, en la calle García Vigil los automovilistas se estacionan sobre la vía, por lo que es difícil, lamenta la ciclista, transitar en esa zona.
En lo que coincide la mayoría es que la falta de educación vial es el principal problema para que estos proyectos no funcionen, además de la poca difusión, pues cuando la Ciclovía Guelaguetza comenzó, los automovilistas no sabían por qué había una línea blanca sobre la calle, incluso pensaban que era un error en el trazado de los carriles. Sin embargo, esperan que las autoridades municipales y estatales continúen con este gran proyecto.
Para saber qué tan funcional fue esta ciclovía, organizaciones de la sociedad civil como Oaxaca por la Movilidad, Insolente Oaxaca, Mundo Ceiba y BiciBella Oaxaca, entre otras, las cuales participaron en la implementación de este proyecto, se reunirán para hacer un recuento de los beneficios que se presentaron en estos 9.4 kilómetros.
