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Celebra Neuróticos Anónimos 35 años apoyando a los oaxaqueños

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Foto(s): Cortesía
Ana Lilia Pacheco

Ana Lilia Pacheco

Con 55 grupos distribuidos en todo el estado, este año el Movimiento Buena Voluntad de Neuróticos Anónimos cumple 35 años apoyando a personas con este padecimiento para que puedan continuar con sus vidas sin preocupaciones.

Fue un 2 de agosto de 1986 cuando este movimiento llegó a Oaxaca y actualmente ya cuenta con una villa, ubicada en la carretera internacional 190, en el municipio de Tlacochahuaya, donde tratan a personas que sufren una crisis emocional severa.

Lupita S, quien forma parte del movimiento, destacó que los servicios que ofrecen son gratuitos y consisten en más de 10 mil horas semanales en terapia de grupo, guardería, juntas de información a instituciones públicas y privadas que lo solicitan.

“No somos psiquiatras, psicólogos o profesionales especializados para diagnosticar neurosis; solamente les podemos decir qué nos hemos sentido mucho mejor desde que llegamos al movimiento buena voluntad, pues nos dio la confianza que necesitábamos”, aseguró.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 400 millones de individuos padecen neurosis en todo el mundo, además de que 800 mil mueren cada año por suicidio.

La beneficiaria de Neuróticos Anónimos explicó que algunos de los síntomas de la Neurosis son el mal humor, tristeza, ansiedad, celos, ira, depresión y miedo, por lo que advierte que pueden no ser simples estados de ánimo sino una enfermedad.

Asimismo, resaltó que los grupos no son religiosos ni políticos y se respeta la ideología de cada miembro.

“Normalmente los miembros de Neuróticos Anónimos enfatizan a las personas que asisten por primera vez el hecho de que solamente ellos mismos pueden determinar si son o no neuróticos”, subrayó.

Neurosis durante la pandemia

En los testimonios, los integrantes de Neuróticos Anónimos mencionaron que debido a la pandemia por la COVID-19 se manifestaron algunos casos que fueron recurrentes son: miedo a enfermar o morir, impotencia, aburrimiento, soledad, tristeza, temor a perder el trabajo, no poder producir ingresos suficientes.

Además de temor a ser separados de los seres queridos o un mayor deseo de tomar bebidas alcohólicas y consumir sustancias de abuso. 

“Con el respeto que merece la medicina, a nosotros no nos han ayudado los distintos medicamentos que dan para conciliar el sueño, pero sí nos ayudó acercarnos a Neuróticos Anónimos”, manifestó un voluntario.

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