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La ciudad se mueve desde el smartphone: conozca nuevos rivales del taxi

Foto(s): Cortesía
Redacción

El panorama de la movilidad urbana ha cambiado y el ejemplo más claro está en Madrid, donde ahora se encuentran la mayoría de plataformas alternativas. El madrileño ha pasado de moverse en taxi, transporte público o coche propio, a disponer de un coche de alquiler a la vuelta de la esquina, de un servicio de chófer o ver dónde queda la bicicleta pública más cercana, todo a través de un smartphone.


Aunque este cambio lleva gestándose años, los últimos meses han sido claves y la verdadera revolución en el sector está por llegar. Se espera que, al igual que ha pasado en otras capitales en todo el mundo, el 2016 sea un punto de inflexión en "esta revolución del transporte y sea una completa cultura de masas que llegue a gran parte de la población", explica Jorge González Iglesias, CEO de Bluemove.


Este cambio en el panorama se produce en base a la concentración de población en grandes ciudades y al desarrollo de negocios digitales que buscan la eficiencia. Una eficiencia entendida no sólo como el ahorro de gasto o medioambiental sino por la propia forma de moverse por la ciudad y evitar su colapso.


"Es absurdo tener dispositivos que aceleran los procesos comerciales, la comunicaciones y que al final no se aplique en la propia movilidad del ciudadano", explica Antonio Cantalapiedra, CEO para España y Portugal de Mytaxi, y es que "hemos llegado a un ciudadano multimodal, que elige cómo y con qué moverse en cada ocasión y que puede favorecer que al final no se compre un coche", indica Yuri Fernández, director de comunicación de Uber España.


Quién es quién
Para lograr esta multimodalidad, los nuevos servicios llegan tanto para ser bisagra y adaptar sectores tradicionales a las nuevas tecnologías como para ofrecer nuevas alternativas hasta ahora no disponibles. Pero, ¿quién es quién en este nuevo sector de la movilidad urbana? Para poder clasificarlos y entender qué hace concretamente cada servicio, hay que distinguir entre dos modalidades: carsharing y ridesharing, es decir, que el ciudadano sea quien conduce el coche o bien que sea el pasajero.


En la primera categoría se encuentran plataformas como Car2Go, BlueMove, Respiro, Avancar, Amovens, Socialcar y Drivy. Aunque todas sean plataformas de carsharing, no se pueden catalogar como el mismo tipo de servicio ya que cada uno cuenta con particularidades que varían en función del target al que van dirigido y su disposición- o no- de flota propia. En la segunda categoría ya entrarían Cabify, MyDriver, próximamente Uber con UberX y las aplicaciones de los taxistas entre las que habría que distinguir por un lado MyTaxi y Hailo y por otro PideTaxi, Taxi Ya! y Teletaxi Madrid.


Carsharing


Car2Go. Cuenta con una flota de 350 Smart biplazas eléctricos, que ampliarán a 500 vehículos en las próximas semanas. Sólo están disponibles dentro de la M-30 y al usuario le cobran en función de los minutos que lo tiene alquilado (0,19 céntimos el minuto) con lo que está pensado para que el usuario se desplace entre barrios. Los coches se localizan en la calle, en zonas azul o verde, donde pueden aparcar sin coste por su particularidad eléctrica, aunque ya cuentan con un párking en el barrio de Malasaña con diez plazas disponibles.


Bluemove. También pone a disposición del usuario una flota propia de coches, aunque a diferencia del anterior está pensado para trayectos interurbanos en los que haya que salir de la ciudad, pues su alquiler es por horas a la que hay que añadir una variable en función de los kilómetros recorridos. Sus coches se localizan en parkings púbicos de barrio y su flota es variada y en la que se pueden encontrar desde un microurbano como el Toyota Aygo (por 2 euros la hora) a un monovolumen como el Kia Carens (3 euros la hora).


Respiro. Su planteamiento es similar al de Bluemove. Ofrece disponer de un coche de alquiler por horas de su flota propia de vehículos que están repartidos en diferentes parkings de la capital. El precio también parte de los 2 euros por hora con una variable de precio en función del kilometraje. Un precio, que al igual que en el anterior, también varía en función del coche elegido ya que se puede alquilar desde un Renault Clio hasta un Dacia Logan de 7 plazas.


Avancar. Es la única platafora de alquiler de coches por horas que tiene servicios en Madrid y Barcelona. Cuenta con un modelo pensado para viajes interurbanos y su flota propia de vehículos está repartida por la capital en diferentes parkings públicos. Cuenta con la ventaja de que el servicio más barato que ofrecen es el alquiler del Opel Adam por 1,5 euros la hora (más variable en función de los kilómetros), eso sí, exige un pago mensual de al menos un euro al mes, suscripción que no es necesaria ni en Bluemove ni en respiro.


Amovens. Es una plataforma de intermediación entre particulares que permite alquilar coches privados, del mismo modo que hace Airbnb con las viviendas. Los propietarios de los coches publican sus coches decidiendo precio y disponibilidad, los arrendatarios lo solicitan y conciertan una cita para el alquiler en la que se comprueba documentación y estado del vehículo. Una vez finalizado se devuelve con el depósito lleno y se comprueba el estado del mismo. Este modelo está pensado más para escapadas de fin de semana o para realizar viajes de más larga distancia, pues por la propia facilidad para quedar con el particular lo que más se ofrece es el alquiler diario o incluso más a largo plazo, aunque también se puede disponer por horas.


Socialcar. Al igual que el anterior, también es una plataforma de intermediación de alquiler de coche entre particulares. Está pensado para el alquiler en plazos largos, de hecho cuenta con descuentos si se hace por semana o mes, aunque también permite los préstamos por horas. Cuenta con la particularidad de que se ofrece la posibilidad de disponer del coche en el propio aeropuerto o en zonas diferentes a donde el coche suele estar ubicado.


Drivy. También se trata de una plataforma que pone en contacto a usuarios particulares para facilitar el alquiler de coche, aunque en este caso sí que se realiza por días y no cabe la posibilidad de disponer de un coche por horas. A la hora de alquilar habrá que estimar la distancia que se va a recorrer y el precio se calcula en base a ella. Como particularidad, permite hacer todo el proceso a través del móvil.


Drivejoy. Esta plataforma de intermeciación entre particulares ha llegado a España el pasado mes de diciembre. Su funcionamiento es parecido a los servicios anteriores y permite alquilar vehículos particulares como mínimo durante un día.


Ridesharing


Cabify. Es la plataforma más conocida y extendida de ridesharing en España. Cuenta con presencia en Madrid, Barcelona, Valencia, Tenerife, A Coruña, Málaga, Bilbao, Vitoria y fuera de España están en Chile, Perú, México y Colombia. A través de la aplicación se solicita un viaje entre dos puntos y Cabify estimará el precio en función de los kilómetros recorridos porque, a diferencia del taxi, se tarifica por distancia y no por tiempo de pasaje. Sus conductores son profesionales que cuentan con licencia de transporte VTC y una vez que se solicita un servicio el usuario sabrá en todo momento quién viene a buscarle gracias a la identificación de vehículo, valoración del conductor, número de teléfono y fotografía del mismo.


El usuario puede elegir en el tipo de vehículo que quiere realizar el trayecto, y en función de esto variará su precio. De menor a mayor precio están Lite, que corresponde a un Opel Insignia o similar; Executive, Mercedes Clase E o similar; y Group, Mercedes Viano o similar. Asimismo, en Madrid también se pueden solicitar taxis bajo la aplicación. Por ejemplo, si se compara su modelo más económico, Lite, con las tarifas de taxi de Madrid para un recorrido de 7 kilómetros el ahorro de un Cabify son unos dos euros con respecto al transporte público. Eso sí, hay unos importe mínimos variables (en función si es fin de semana o no) así como una penalización si se cancela después de 7 minutos de haberlo pedido.


Uber. El popular servicio de ridesharing ya probó su entrada en España con un modelo que no se ajustaba a la legalidad por lo que tuvo que dar marcha atrás y cambiar de modelo. Se espera que este mes llegue a Madrid con UberX, un sistema de transporte con el miso planteamiento que Cabify, con conductores con licencia de VTC, aunque desde la compañía destacan que su fuerte estará en la tecnología.


Mydriver. Ha sido el último servicio de chófer en llegar a la capital aunque su planteamiento es ligeramente distinto a los anteriores. Realmente está pensado para disponer del servicio de chófer durante las horas que estime el usuario, y es que, aunque se pueden realizar trayectos por tramos, en un recorrido de 7 kilometros su precio triplica al de Cabify o un taxi. Cuenta con cuatro clases de vehículos que van desde los 15,99 euros para el equivalente a un BMW 2 Serie hasta los 29,99 euros de partida de la furgoneta Mercedes clase V.


Mytaxi. Esta aplicación permite pedir un taxi con una experiencia superior a lo que se puede concebir a la hora de coger un taxi, ya que aspiran a tener "un taxista premium", explica Cantalapiedra. Antes de pedir un taxi da el tiempo estimado de llegada, que después se concreta en cuanto el taxista acepta, y se puede elegir si queremos un conductor favorito, taxis con la mejor valoración de usuarios, tipo de vehículo o incluso determinar si vamos a llevar una mascota. El usuario puede valorar al taxista y al vehículo, con lo que el conductor suele cuidar los detalles.


Hailo. Al igual que Mytaxi, se trata de una plataforma externa a las federaciones que pone en contacto a taxistas con clientes con una serie de ventajas tanto para conductores y usuarios, "queremos que las dos partes estén contentas con la contraria", explica Mar Pallás, directora de Hailo en España. Al igual que Mytaxi, ofrecen al usuario una serie de ventajas que no están normalmente disponibles en los servicios tradicionales de taxi como pago móvil o valoración del servicio.


Pide Taxi, Taxi Ya! y Teletaxi. Son tres aplicaciones de distintas federaciones de taxistas "hechas por taxistas para taxistas", explica de la asociación gremial de autotaxi de Madrid, y que vienen para ofrecer la posibilidad de pedir un taxi desde el smartphone. A diferencia de Hailo o MyTaxi, no cuentan con opciones como la valoración de la carrera o el pago a través de la aplicación, aunque sí deja escoger el método de pago entre metálico y tarjeta; y Pide Taxi cuenta, por ejemplo, con una calculadora que estima el precio del viaje. Miguel Angel Leal, presidente de la Asociación gremial de autotaxi de Madrid, explica que la idea en un futuro próximo es que exista una única aplicación para todo el panorama nacional -al igual que un único número de teléfono- que facilite "competir desde un frente común".


 


Convivencia con el servicio público, ¿cómo afecta al taxi?
La llegada de cada vez más alternativas ha hecho que el sector haya despertado y la exigencia de competencia sea cada vez mayor, cuestión que ha provocado que la CNMC haya pedido impugnar el Real Decreto 1057/2015 de 20 de noviembre, que entre otras cosas quiere acabar con el ratio de 1 licencia de VTC por cada 30 de taxis, ante la protestas del gremio de taxistas. Pero, con la legislación actual, ¿cómo afecta esta competencia al taxi?


Leal explica que las nuevas formas de movilidad "no me preocupan, vemos bien la competencia, de hecho considero que nos beneficia. Cuantas más posibilidades tenga un ciudadano de movilidad, muchísimo mejor, porque atrae más servicios. No le podemos poner puertas al campo, lo que nos preocupa es que se cambie la ley. La competencia es fuerte, va a una velocidad de vértigo, pero el sector del taxi quiere competir y no se va a quedar fuera. Tenemos lo fundamental: al profesional formado y titulado, la flota, aplicaciones, lo tenemos todo. Lo único que tenemos que hacer es terminar de adaptarnos".


Una reflexión que comparte Cantalapiedra, "el taxi convivirá con estas plataformas y tendrá un puesto importante", aunque reconoce que pensar en que el taxi será la única opción para moverse por la ciudad es "de ser miope", y es que el ciudadano "ya está piensa en moverse un día en taxi, otro en metro, otro en bici eléctrica, otro en Car2Go... según cómo le viene mejor cada ocasión", explica el CEO de Mytaxi.


Desde Bluemove explican que "hemos conseguido explicar [al taxi] que somos muy buenos para ellos. Vamos consiguiendo que el usuario no se compre un coche y tenemos medido en encuestas que en el momento que no tienes coche empiezas a usar más el taxi. No sustituimos por completo al vehículo privado, con lo cual se distribuye su uso por otras plataformas de forma eficiente".


Más que los servicios de carsharing, lo que supone una competencia mayor para los taxistas son las plataformas de ridesharing como Cabify, o la próxima UberX. Un conductor de este servicio que ha pedido no ser identificado, comenta que aunque se va normalizando la situación, se producen roces entre conductores de servicios. Sin embargo, el Country Manager de Cabify, Juan Ignacio García, opina que "el sector del taxi es grande y hay opiniones para todos los gustos, tanto es así que tenemos taxis en nuestra aplicación. Hay opiniones incluso a favor. Tenemos conductores que eran antiguos taxistas o que tienen taxis, no son compartimentos 


En busca de un modelo sostenible
Pese a sus diferencias de desarrollo de negocio, todas las plataformas coinciden en un planteamiento común: ir hacia un modelo sostenible de desarrollo de ciudad. "La gente se ha cansado un poco de perder tanto tiempo y se ha concienciado del impacto en su vida diaria que tiene el medio ambiente, que es importante por salud. Con más opciones, tenemos una mejor calidad y todas esas opciones van en la dirección de mejorar el tráfico y el impacto medio ambiental", expone Orazio Corva, location manager Madrid de Car2Go.


"Lo que se trata es de fomentar que el ciudadano tenga toda la información necesaria para una vez más luchar contra el que es el enemigo público número uno, todo el mundo lo dice, el uso ineficiente del coche", puntualiza Yuri Fernández, quien añade que lo ideal sería que todos los servicios liberasen su información para que el usuario pudiese tener en una única app toda la oferta disponible y que combinase como mejor le convenga en cada momento. "No es una utopía, esta integración tecnológica ya sucede en EEUU o los países nórdicos", argumenta Fernández.


Lo cierto es que a día de hoy ya existen aplicaciones como Citymapper o Moovit que se encargan de combinar servicios de transporte para que el usuario pueda disponer en su smartphone del camino más cómodo para ir a un punto de la ciudad a través del enlace de varios servicios de transporte.

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