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Diputada golondrina no hizo verano en el Congreso, falló en su búsqueda por una candidatura en Oaxaca...

Foto(s): Cortesía
Luis Ignacio Velásquez

Después de migrar por dependencias públicas y fallidas candidaturas electorales, la diputada priista Sofía Castros Ríos retornó a su curul en el Congreso estatal para, aunque sea, cobrar la dieta de los tres últimos meses que restan a la presente legislatura.


La legisladora llegó este martes a la sede del Poder Legislativo ataviada con un traje blanco y blusas en tono rojo con pequeños cuadros en blanco, que combinó con zapatos de tacón de color beige, pero fue ignorada por sus compañeros de bancada porque la mayor parte del tiempo esa curul ha sido ocupada por su suplente Eva Méndez Luis.


Sus homólogos no olvidaron que apenas quince días después de haberse instalado la 63 legislatura, la legisladora por Tlacolula solicitó licencia a su curul para incorporarse al gabinete del actual gobernador Alejandro Murat Hinojosa, como secretaria de asuntos indígenas.
 


Revolcón moreno


Mucho menos que un año después amagó con regresar a su curul porque no fue propuesta por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) como aspirante al Senado de la República y, aunque a final de cuentas logró la ansiada designación, nunca imaginó que el vendaval de Morena en el reciente proceso electoral la devolviera a la pajarera que tanto despreció. Así la diputada golondrina retornó al nidal.


Fiel a su tradición política de que vivir fuera del presupuesto es vivir en el error, no permitió que sus 19 años consecutivos en cargos de representación popular, la dejaran sin el estipendio respectivo estos tres últimos meses.


De tal manera que seria y contrita, permaneció en el salón de sesiones en las postrimerías del trabajo legislativo de sus compañeros.


Eso sí, para llamar la atención, gorjeó en dos ocasiones. La primera para declarar su abstención en el punto de acuerdo para solicitar la verificación de la calidad y manejo higiénico de alimentos durante la Guelaguetza; y, la segunda, para oponerse al dictamen de su compañero Herminio Cuevas Chávez en el que se autoriza las licencias de integrantes de cuatro municipios, que fueron aprobados por mayoría de los legisladores presentes. El trino aunque agudo, su irrelevante. Nada trascendente.


Nadie la consoló en su pérdida, la posibilidad de alargar a 25 años consecutivos sus cargos pagados por el erario. Mismos que iniciaron en el trienio 1999-2001 como presidenta municipal de San Carlos Yautepec , para seguir inmediatamente como diputada local (dos ocasiones), diputada federal (dos ocasiones), delegada de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, así como secretaria de asuntos indígenas del gobierno estatal.


Hoy, detenido su vuelo por los vientos del cambio, como buena andorina retornó a la seguridad del nido, para buscar el cobijo de la colonia, que no recibió por los desplantes proferidos.


Pues el ave migró del Congreso más de año y medio para buscar mejor alpiste, pero retorno con las alas rotas, ya que no es un volador particularmente veloz.

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