Oaxaca.- En medio de la ciudad, incrustado entre las empedradas calles del barrio de Jalatlaco, un grupo de mujeres sembró un proyecto que ha dado sus primeros frutos. Se trata del colectivo feminista Mujer Nueva, que creó el tianguis cultural que lleva el nombre del grupo, generado con tres firmes propósitos: educar en la ecosalud, enseñar a la suficiencia y recuperar los valores del campo.
En entrevista en el 213 de la calle Niños Héroes, donde más de una decena de mujeres se reúne para realizar actividades comerciales y contribuir a la economía familiar, las generadoras de la idea señalan que, desde su creación hace un año, el tianguis ha unido a las mujeres que buscan independizarse haciendo a un lado los productos comerciales y dañinos para el cuerpo.
El grupo de emprendedoras que se organiza para armar un día de plaza quincenal está integrado por Mónica, dedicada a la venta de conservas; Itandehui, pionera de la iniciativa; Paquita, reconocida como un pilar del tianguis y encargada de la venta de gelatinas; Silvia, parte de la organización “Feminismo comunitario”, que ofrece productos de ecosalud.
Vicky es, promotora de productos orgánicos de la Costa; Mónica, parte del comité de familiares y amigos de Damián Gallardo, preso político; ella ha impartido talleres y ofrece productos de Tlahuitoltepec.
Además, Iraís es vendedora de aguas frescas; Constantina, comerciante de moringa; Arely, apoya en la venta de postres orgánicos; Heliodora, dedicada a la venta de textiles y Sara, comerciante de productos orgánicos.
ELLAS, CON VOZ POLÍTICA
A ellas se han unido otras mujeres, quienes encontraron en el espacio Mujer Nueva, un lugar propicio para hablar sobre derechos humanos y el freno de la violencia hacia la mujer.
“Nos preocupó la situación política, económica y social de Oaxaca. Por ello decidimos que el espacio pudiera ser un lugar donde se ofrecieran los productos de la tierra, orgánicos, así como aquellos trabajos artesanales que elaboran nuestras compañeras”, comenta Itandehui.
El colectivo también coincide en unir sus voces e ideas para exigir a las autoridades procesos legales justos para los presos políticos del estado. “Para nosotros es una situación muy injusta, por eso nos unimos y nos apoyamos”, complementa Arely, quien además considera que la oposición organizada es el camino correcto de la resistencia a través de la producción de medios propios para subsistir.
Por otro lado, Itandehui sostiene que la salud no se refiere únicamente a comer saludablemente, sino también al bienestar del organismo a través de medicina natural y la producción de suplementos cosméticos para la higiene personal.
CONTRA LA CARESTÍA
Además de ofrecer productos totalmente orgánicos, en tianguis Mujer Nueva, las productoras y sus familias hacen un esfuerzo por mantener precios por debajo de lo que se ofrecen en el mercado. Así, mientras un kilogramo de jitomate se vende a 20 pesos, las mujeres que emprendieron la iniciativa del centro de ventas popular, piden sólo 10 pesos por kilogramo.
“Es un apoyo para las mujeres, las amas de casa que padecen el alza de los precios día a día; queremos formar una comunidad de respaldo mutuo, para proteger nuestra economía familiar y la salud”, complementa.
Los productos pueden ser costeados por las integrantes del colectivo, pues son ellas mismas quienes en sus casas improvisaron huertos que dan los frutos, estos que cada 15 días son llevados a decenas de hogares, eliminando el pago a intermediarios.
Las pequeñas productoras también consideran que el “boom” de los productos orgánicos ha propiciado que eleven sus precios hasta ser inalcanzables para las familias promedio, que “también tienen derecho a comer de una manera saludable”.
TALLERES CON PROPÓSITO
Además de los productos a bajo costo, la pequeña organización se planteó el firme propósito de instruir a mujeres interesadas en aprender oficios y elaboración de nuevos productos. Sobre el tema, Silvia comenta que los talleres a impartir en el colectivo se eligen con base en la utilidad que las enseñanzas pudieran ofrecer.
“Elegimos los talleres para iniciar con una ideología de cambio de vida, de cambio de hábitos, hemos impartido talleres que sirven también a la vida diaria, como de elaboración de desodorante natural, pan, marquesote, encuadernación y hasta la elaboración de aretes de barro”, explica.
“Nosotras pensamos en compartir lo poco o mucho que sabemos”, añade. La mayoría de los talleres se ofrecen de manera gratuita aunque, dependiendo de las materias primas requeridas, se solicita una cuota de recuperación de 15 pesos.
COMBATIR AL SISTEMA DESDE ADENTRO
El grupo de feministas que generó la idea del tianguis señala que la mejor forma de combatir al sistema es con la práctica y adquirir buenos hábitos de alimentación y salud
Salir del molde
Cada vez son más mujeres de diferentes edades las que se suman a las iniciativas emprendidas por Mujer Nueva. Arely menciona que, contrario a lo que se piensa de los proyectos feministas, que se oponen ciegamente a colaborar con el sexo opuesto, ellas han integrado a algunos jóvenes en las actividades.
“Es importante que las mujeres se unan. Aunque somos un pueblo marcado por el machismo, no se trata de una libertad separada del sexo opuesto, se trata de hacer oír nuestra voz, somos mujeres, esposas, hijas y necesitamos ser escuchadas porque tenemos mucho que decir”, finaliza.
En números
- 1 Cumple el tianguis popular Mujer Nueva
- 35 Mujeres comerciantes rotan su estancia en los puntos de venta
FEMINISMO INCLUYENTE
Aunque la iniciativa fue generada por mujeres, en parte provenientes de grupos feministas, las actividades del tianguis son compartidas con esposos, hermanos y amigos que creen en la autonomía de la sociedad y contribuyen con productos naturales
“Queremos generar algo popular entre nosotros que nos permita generar un estilo de vida libre, limpio y que además impulse las actividades comerciales de muchos oaxaqueños dedicados producir verduras, frutas y elaborar productos orgánicos”
Silvia Hernández, participante del tianguis
