Además de haber cambiado de golpe el contexto de lucha emprendido por las mujeres a favor de sus derecho, la emergencia sanitaria por del COVID-19 puso al desnudo la violencia de género como una pandemia, señaló Nadine Gasman Silverman, titular del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
“Nuestra realidad cambió de golpe, las mujeres un mes atrás estábamos en las calles denunciando públicamente las violencias, hoy estamos en las casas en contextos y condiciones muy diversas. El confinamiento producido por la jornada de sana distancia, que por una parte es indispensable para responder a la emergencia sanitaria, pero por otra ha expuesto a nivel mundial que la violencia de género es una segunda epidemia que no se detiene pues ningún espacio es seguro cuando se es mujer”, señaló durante el Foro Nacional “Combate al feminicidio a 8 años de su incorporación en el sistema de Justicia”, transmitido en línea.
La pandemia -agregó- puso de manifiesto todas las vulnerabilidades de las mujeres en lo económico, social, cultural y político.
Hoy más que nunca -subrayó- lo que pasa en el ámbito privado es público.
El contexto de violencia se ha presentado de manera evidente en todos los países que han entrado en cuarentena, en México -precisó- hubo un incremento de 5 por ciento de solicitud de ingreso en refugios en las últimas tres semanas y 60 por ciento más llamadas de auxilio.
A su vez la fiscalía general de la república informó de un incremento de 7 por ciento más de detenidos por violencia familiar.
La actual realidad -añadió- exige toda la atención de manera urgente.
“Esta es una gran preocupación que compartimos”.
En el marco de esta contingencia señaló que se establecieron medidas que parten de asegurar que todos los servicios ministeriales, administrativos y judiciales son esenciales para responder a la violencia contra las mujeres y por tanto deben de estar en funcionamiento.
Es así que “por primera vez los refugios y centros de atención son considerados servicios esenciales y son prioridad”.
De igual manera -agregó- fueron coordinados esfuerzos con otras instancias federales para mejorar los procesos de atención y canalización a las usuarias al 911, así como facilitar la información en lenguas indígenas.
